Itinerarios
José Moñino y Redondo, I conde de Floridablanca
Francisco de Goya y Lucientes
El retrato de Floridablanca es el primero de carácter áulico de Goya. En él supo emplear todos los elementos alegóricos propios del género, con los que refleja una grandeza y equilibrio que realzan la imagen del ministro.
Miguel de Múzquiz y Goyeneche, I conde de Gausa y I marqués de Villar de Ladrón
Francisco de Goya y Lucientes
Obra temprana de Goya. Miguel Múzquiz, Ministro de hacienda, que trabajó junto con Floridablanca en la creación del Banco de San Carlos. Muy amigo de Goya, posiblemente fue el propio Conde el que le encargó el retrato.
José de Toro-Zambrano y Ureta
Francisco de Goya y Lucientes
Esta obra fue la primera pintada por Goya para el Banco de San Carlos y muestra, con magnífica sobriedad, a José de Toro-Zambrano, uno de sus primeros directores. El maestro aragonés despliega en ella la sencillez, la precisión y el estudio del personaje heredados de Anton Raphael Mengs.
Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán Fernández de Córdoba y la Cerda, XIII conde de Altamira
Francisco de Goya y Lucientes
Este retrato es distinto a los pintados anteriormente por Goya. Cambia el sentido del espacio, en el que se aprecia la huella de Velázquez; el uso del color, más refinado; y el inteligente modo de presentar al retratado, que no oculta su corta estatura.
Francisco Javier de Larumbe y Rodríguez
Francisco de Goya y Lucientes
En este retrato Goya capta la íntima personalidad del retratado a través de la mirada ensimismada, con un colorido diferente al resto en la tonalidad de la piel, en el fondo, más claro y de una luminosidad que proporciona sensación de movimiento en la mano.
Miguel Fernández Durán y López de Tejeda, II marqués de Tolosa
Francisco de Goya y Lucientes
Goya consiguió en su retrato del Marqués de Tolosa un reflejo magistral de la sensibilidad que desprende el personaje, convirtiendo el frío retrato institucional al uso en una obra naturalista, íntima y personal en la que se intuye un diálogo con el pintor.
Francisco de Cabarrús y Lalanne
Francisco de Goya y Lucientes
Con este cuadro, el maestro aragonés supo renovar el concepto de imagen del poder, hasta entonces personalizada únicamente en la aristocracia, para trasladarla a la incipiente burguesía.
El rey Carlos III
Francisco de Goya y Lucientes
Se trata del primer cuadro que Goya dedicó al monarca y su importancia queda demostrada por la acentuación naturalista del color tostado del rostro, las arrugas y la piel del cuello, que evidencian su edad, así como la sonrisa y la divertida mirada.
Miguel de Torres y Ruiz de Rivera, III marqués de Matallana
Pietro Melchiorre Ferrari
Realizada por Pietro Melchiorre Ferrari, retratista oficial de la corte italiana, esta obra responde a la de tipo ilustrado, con referencias a la inteligencia y el saber, como muestra el detalle del pliego de papel, el libro o la estatua de Minerva, y está impregnada de cierto neoclasicismo.
Fernando VII
Vicente López Portaña
La importancia de esta obra radica en su tipología, pues rara vez se había mostrado a un monarca sentado, en una actitud relajada, lejos de la distancia y gravedad de los retratos oficiales. Tiene su referente en el retrato de Floridablanca, de Goya, de quien Vicente López era gran admirador.
Isabel II, niña
Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina
Este retrato de lsabel II es una de las imágenes más delicadas de su amplia iconografía gracias al cuidadoso estilo de Antonio María Esquivel, quien demuestra aquí su factura detallista y minuciosa.
Ramón de Santillán González
José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra
Con este cuadro del primer gobernador del Banco de España se inaugura la creación de la galería de retratos institucionales de manera sistemática. Para ello, el autor tuvo probablemente en mente los retratos del conde de Altamira y de Fernando VII.
Alfonso XIII
José Villegas y Cordero
José Villegas, director del Museo del Prado cuando pintó este cuadro, retrató a Alfonso XIII, de dieciséis años, con el traje de coronación. En él delata una gran modernidad en aspectos como el tratamiento abocetado de los brocados del manto o el ambiente general de dinamismo.
Retrato de José Echegaray
Joaquín Sorolla y Bastida
Sorolla realiza este retrato de José Echegaray en el Casino de Madrid, del que el escritor era miembro. En el mismo subraya su condición de literato con la pila de libros que asoma en un extremo del cuadro. Esta obra muestra, además, la desconocida faceta de retratista del pintor valenciano.
José Manuel Figueras Arizcun
Daniel Vázquez Díaz
Figueras Arizcun fue gobernador del Banco de España entre 1929 y 1930. Realizado por Daniel Vázquez Díaz, este cuadro es una extraordinaria excepción del academicismo reinante en la galería de retratos. Contiene cierta herencia cubista en la corporeidad de la monumental figura.
Alejandro Fernández de Araoz
Ignacio Zuloaga y Zabaleta
Realizado a carboncillo y con un carácter abocetado, este retrato de Alejandro Fernández de Araoz, gobernador del Banco de España en 1935, se enmarca en el contexto de regeneracionismo, con el que se vincula a Ignacio Zuloaga.
José Ramón Álvarez-Rendueles
Isabel Quintanilla
Álvarez-Rendueles fue retratado por Isabel Quintanilla en el Salón de Goya, donde se conservan las obras del maestro aragonés. Con esta elección se subraya la valoración del entorno artístico, alejado del convencionalismo de un despacho.
Retrato de Luis Ángel Rojo
Carmen Laffón
Carmen Laffón retrata a Luis Ángel Rojo, gobernador del Banco durante los años noventa, en una atmósfera única que funde los límites del fondo y la figura con una abstracción lírica que remite a Rothko.