El violonchelista Juan de Azurmendi
- 1909
- Óleo sobre lienzo
- 192 x 171,5 cm
- Cat. P_76
- Adquirida en 1975
Este soberbio retrato, uno de los mejores de Ignacio Zuloaga, es uno de los iconos de la Colección Banco de España, no tanto por su monumentalidad como por su calidad artística y su capacidad para resumir el espíritu de una época con lo mejor del Zuloaga más penetrante. Probablemente fuera ejecutado cuando el primo del artista, el violonchelista Juan de Azurmendi, regresó de México en 1909 para ofrecer una serie de recitales en Europa, acaso en París, donde el pintor residió largas temporadas en contacto directo con la escena más renovadora del arte. El artista vasco supo combinar el aire mundano de los retratistas de la elite internacional (desde Sargent hasta Boldini, desde László hasta Sorolla) con un expresionismo muy personal, que solía aportar un aire dramático, dentro de lo que en su tiempo se considera más netamente español. Hoy, en cambio, se valora en Zuloaga una mirada afinada, más allá de ese consabido dramatismo; y de ese «otro» Zuloaga, cosmopolita e incluso refinado, esta obra es una de las mejores representaciones. El retrato se encontraba a comienzos de siglo en una colección privada de París y en 1975 fue adquirida por el Banco de España, que durante algún tiempo la mantuvo instalada en la sucursal de Bilbao hasta su traslado a la sede central de Madrid.
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