Retrato de Juan de Azurmendi Zabaleta [Portrait of Juan de Azurmendi Zabaleta]

Retrato de Juan de Azurmendi Zabaleta [Portrait of Juan de Azurmendi Zabaleta]

  • 1909
  • Oil on canvas
  • 192 x 171,5 cm
  • Cat. P_76
  • Acquired in 1975
By:
Julián Gállego Serrano, BDE Banco de España

Este soberbio retrato, uno de los mejores de Ignacio Zuloaga, es uno de los iconos de la Colección Banco de España, no tanto por su monumentalidad como por su calidad artística y su capacidad para resumir el espíritu de una época con lo mejor del Zuloaga más penetrante. Probablemente fuera ejecutado en París, donde el pintor residió largas temporadas en contacto directo con la escena más renovadora del arte.

El personaje retratado, primo del artista, era un gran aficionado a la música. Según las investigaciones de Antonio Álvarez Cañibano, en noviembre de 1907 Juan de Azurmendi adquirió en Lucerna (Suiza) un valioso violonchelo, construido por Matteo Gofriller en 1710 en Venecia, a la casa Hamma & Company de Stuttgart. En aquel momento, el instrumento se creía obra del taller cremonés de Antonio Stradivari y construido, en parte, por su discípulo Carlo Bergonzi. En 1909  Ignacio Zuloaga, le hizo un retrato al óleo en Paris en el que aparece con dicho violonchelo Gofriller, que había pertenecido, a mediados del siglo XIX, al lutier francés Nicolas-François Vuillaume, establecido en Bruselas. De éste pasó a August Theodor Müller, miembro del famoso cuarteto de cuerda Müller Brothers Quartet. Unos años después de ser adquirido por Azurmendi, el instrumento pasó al lutier Albert Caressa, establecido en París. Durante estos años, probablemente en las tertulias que organizaba Zuloaga en su estudio parisino, conoció personalmente al compositor Manuel de Falla. [1]

En esta obra el artista vasco supo combinar el aire mundano de los retratistas de la elite internacional (desde Sargent hasta Boldini, desde László hasta Sorolla) con un expresionismo muy personal, que solía aportar un aire dramático, dentro de lo que en su tiempo se considera más netamente español. Hoy, en cambio, se valora en Zuloaga una mirada afinada, más allá de ese consabido dramatismo; y de ese «otro» Zuloaga, cosmopolita e incluso refinado, esta obra es una de las mejores representaciones. El retrato se encontraba a comienzos de siglo en una colección privada de París y en 1975 fue adquirida por el Banco de España, que durante algún tiempo la mantuvo instalada en la sucursal de Bilbao hasta su traslado a la sede central de Madrid.

 

[1] Fuente: https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/autoridad/233614Abre en nueva ventana (fecha de consulta 26/02/2024)

 
By:
Julián Gállego Serrano, María José Alonso , Carlos Martín
Ignacio Zuloaga y Zabaleta
Eibar, Gipuzkoa 1870 - Madrid 1945

Ignacio Zuloaga y Zabaleta was born into a family engaged in the applied arts (his uncle Daniel was one of the best ceramists of his time). From an early age, he showed his vocation for painting and refused to study to be a mining engineer, the career that his father, Plácido Zuloaga, wanted for him. Zuloaga moved to Madrid, where he spent time copying the masters at the Museo del Prado, and exhibited for the first time at the 1887 National Exhibition. He later travelled to Rome and to Paris, where it seems he was taught by Henri Gervex and formed friendships with the Catalan artists of the modernist group, particularly Ramón Casas and Santiago Rusiñol; he was also a friend of Paul Gauguin, Eugène Carrière and the Nabi Émile Bernard, and exhibited at Le Barc Gallery in Bouteville.

Zuloaga moved to Seville in 1892, attracted by the flamenco culture of bullfighters and dandies, and apparently even took part in a bullfight. In 1898, he discovered the austere allure of Castile and moved into his uncle Daniel’s house in Segovia. His portrait of his uncle and his cousins was a success at the National Salon of Fine Arts in Paris, where he married Valentine Dethomas in 1899. After their honeymoon they divided their time between Paris, Madrid and Segovia. In Paris, the decision by the Spanish committee for inclusion in the Paris Universal Exhibition of 1900 (where Sorolla reped great success) to reject Zuloaga’s On the Eve of the Bullfight greatly disappointed him (1898). Even so, he continued his career as an international painter with exhibitions in Paris, Dresden, Dusseldorf, New York, Vienna, Budapest, Munich, Amsterdam and elsewhere. When war broke out in Europe, Zuloaga returned to Spain and settled in a large house in Zumaia (perhaps similar to the house in Biarritz depicted in a painting in the Banco de España Collection dated 1900), which he turned into a museum with works by Greco, Goya and other artists.

He was awarded the painting medal at the Venice Biennale in 1940. His strong, personal style combines the example of the great masters of the Spanish Baroque, from Greco to Velázquez and particularly Ribera, with Goya’s vigorous affront. Zuloaga’s style is both naturalist and expressionist and his wild, dark Spain was discovered by the Generation of ’98, to which he belonged as a painter.  His portraits (Azorín, Falla, Belmonte, Domingo Ortega, Balenciaga, etc.) show exceptional vigour, while his landscapes stand out for bringing a new impetus to views of the north and Castile. Interesting examples include the View of Madrid sketch in the Banco de España Collection and his study of a typical Basque house in the drawing and wash entitled Large House.

Zuloaga’s work has traditionally been associated with the myth of the Dark Spain, compared to Sorolla’s more cosmopolitan White Spain. Yet recent historiography has shown a more international Zuloaga, analysing his contact with and absorbing of currents beyond those usually cited. Proof of this is the exhibition on the artist’s time in the Paris of the Belle Époque organised by the Mapfre Recoletos Foundation in 2017. The two portraits by Zuloaga in the Banco de España Collection are excellent examples of that cosmopolitan approach.

 
«Masterpieces from the Banco de España Collection», Museo de Bellas Artes de Santander (Santander, 1993). «Art and Text around the Generation of ‘98», Círculo de Bellas Artes (Madrid, 1998). «Undertakings with Art: A Look at Contemporary Spanish Painting», Palacio de la Bolsa de Madrid (Madrid, 2008). «Zuloaga (1870-1945)», Museo de Bellas Artes de Bilbao (Bilbao, 2019).
Giulio de Frenzi Ignacio Zuloaga, Rome, Gaetano Garzoni Provenzano, 1912. Enrique Lafuente Ferrari La vida y el arte de Ignacio Zuloaga, Donostia / San Sebastián, Editora Internacional, 1950. Alfonso E. Pérez Sánchez & Julián Gállego Banco de España. Colección de pintura, Madrid, Banco de España, 1985. Alfonso E. Pérez Sánchez, Julián Gállego & María José Alonso Colección de pintura del Banco de España, Madrid, Banco de España, 1988. Francisco Calvo Serraller Obras maestras de la Colección Banco de España, Santander, Museo de Bellas Artes y Universidad Internacional Menéndez Pelayo, 1993. Fernando Huici Plástica y texto en torno al 98, Madrid, Consejería de Turismo, Cultural y Deportes, 1998. Mikel Lertxundi Galiana & Javier Novo González Zuloaga. 1870-1945, Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2019.