
Actualizamos nuestra sección de “Destacados” de la Colección con tres obras que forman parte de la muestra “(un)common values”
En nuestra última actualización del sub-apartado "Destacados" de la Colección, sección de la web en la que vamos seleccionando periódicamente diferentes obras de nuestro fondo patrimonial, hemos escogidos tres de los trabajos que se incluyen en (un)common values, muestra que puede visitarse hasta el 18 de septiembre en el espacio expositivo que el Banco Nacional de Bélgica (NBB) tiene en su sede de Bruselas. Organizada con motivo del 50º aniversario de la creación de la colección artística de esta entidad, la exposición reúne una amplia selección de piezas contemporáneas procedentes tanto de sus fondos como de los nuestros. Todo ello desde la convicción de que las obras de arte, lejos de ser objetos estáticos y meramente decorativos, poseen la capacidad de confrontarnos críticamente con nuestro presente, al visibilizar, cuestionar y validar los paradigmas e ideologías dominantes en el contexto histórico en el que se insertan.
Una de las obras de la Colección Banco de España que se exhibe en esta muestra es la escultura Sin título (1984), de la artista donostiarra Cristina Iglesias, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1999 y Gran Premio a la mejor artista viva en la edición de 2009 de Arco. Se trata de una pieza perteneciente a una etapa relativamente temprana de su carrera, es decir, previa a sus investigaciones en torno a la dimensión expandida de lo escultórico que le llevaría, años más tarde, a decantarse hacia lo instalativo. En ella, Iglesias explora el contraste de texturas y colores que tiene un material, el cemento, utilizado desde la época romana por su flexibilidad arquitectónica. La pieza, donde podemos apreciar una suerte de ala esculpida, desprende un intenso magnetismo, quizás porque, como nos señala Isabel Tejada, "parece esconder ecos geológicos o paleontológicos".
Cristina Iglesias: Sin título (1984)
En nuestro fondo patrimonial tenemos otras dos obras de Cristina Iglesias: Sin título (Atenas II) (1991) y Díptico IV (1999). La primera es una escultura de pared que, a modo de tejadillo, se despega levemente del plano vertical para invitar al espectador a introducirse bajo ella. La artista incide aquí en una idea que ha sido muy habitual en su producción: el intento de romper con la convencional posición de la mirada en el espacio expositivo. En Díptico IV, por su parte, Iglesias también pone en el centro la experiencia del espectador, en este caso construyendo, a partir de fotografías serigrafiadas sobre cobre, un espacio que es, a la vez, envolvente y hostil, opresivo e inacotable.
Joâo Maria Gusmâo y Pedro Paiva: Mercury (2009)
La exploración de los límites de lo perceptivo también resulta clave en el trabajo de Joâo Maria Gusmâo y Pedro Paiva, dúo de artistas portugueses que, a través de lo que ellos describen como "ficciones poético-filosóficas", sitúan a los espectadores en una zona sin definir entre la realidad y el artificio. Entrelazando referentes conceptuales muy diversos —de los presocráticos atomistas a la "abismología" de René Daumal, pasando por las reflexiones sobre la interacción de la percepción y la memoria de Henri Bergson o la filosofía "patafísica" de Alfred Jarry—, sus obras a menudo nos confrontan a una especie de realidad ampliada, intervenida, poniendo de relieve el carácter inaprensible que, en última instancia, esta siempre tiene. Mercury (2009), su obra perteneciente a nuestra Colección —las otras dos son: Tartaruga e papagaio estranho (2011) y Seasoned Egg (2013)— que se incluye en (un)common values, sería un buen ejemplo. En ella, mediante un ejercicio de extrañamiento que nos desvela lo poroso que son los límites entre lo ordinario y lo extraordinario, un inofensivo gesto cotidiano —ahuecar las manos para recoger agua— queda impregnado de una desconcertante cualidad amenazante.
Ignacio Uriarte: Strong Upper and Downer (2013)
La última obra que hemos seleccionado es Strong Upper and Downer (2013), de Ignacio Uriarte, artista "tardío" que a la hora de abordar su práctica estética ha tratado de incorporar en ella el conocimiento e incluso las rutinas metodológicas —con todo lo que estas implican— que adquirió durante los años que trabajó como administrativo para corporaciones como Siemens, Canon, Interlub o Agilent Technologies. Influido por las reflexiones del op art, Uriarte genera en sus obras efectos visuales complejos, aunque partiendo siempre de un lenguaje sencillo, limpio, y dando una gran centralidad a la ejecución manual.
En este sentido, Strong Upper and Downer se configura como un políptico conformado por 24 hojas de papel en las que se recoge una trama de elementos mecanografiados que el espectador, a medida que se acerca, puede reconocer como símbolos de porcentaje. La pieza se enmarca dentro de una serie de trabajos en los que este artista plantea una crítica directa pero sutil —invisible para quien no mira con atención— al mundo del mercado y su lógica depredadora. La Colección Banco de España cuenta con otra obra de Uriarte, White Rhombus (2011), cuyo título hace referencia justo a aquello que en ella no está dibujado, ahondando en su reflexión sobre la noción y la experiencia del vacío (del vacío vinculado al tiempo rutinario de lo laboral, pero también del que provoca, transmutado en horror vacui, el imperativo del productivismo que rige en el mundo del arte). Una reflexión que, como nos señala Jorge Pallarés, constituye uno de los puntos cardinales de su trabajo.