Colección
Seasoned Egg
- 2013
- Copia cromógena en color
- 140 x 113 cm
- Edición 4/6
- Cat. F_154
- Adquirida en 2013
Seasoned Egg (2013), o huevo sazonado, es una fotografía de grandes dimensiones realizada por el dúo portugués conformado por los artistas João Maria Gusmão (1979) y Pedro Paiva (1977). El huevo es un elemento que aparece de forma recurrente en sus obras, ya sea de gallina o de avestruz. Lo han frito a cámara lenta en un vídeo, Fried Egg [Huevo frito] (2008), o incluido en instalaciones como Eye Model [Modelo ocular] (2006). En Seasoned Egg, han ampliado una fotografía del huevo centrándose en su yema, de la que han tomado un primerísimo primer plano mientras dejaban fuera de cámara el resto. La yema aparece flotando sobre un fondo celeste.
Conocemos de sobra cómo es un huevo porque es un alimento básico en muchas de las cocinas del mundo. La yema, elemento nutricional del huevo, se suspende flotando en la chalaza, un conjunto de cadenas proteicas y, aunque encerrada dentro de la cáscara, se encuentra separada por la membrana vitelina de la clara. La función de los huevos es resguardar y alimentar al embrión, pero si no son fecundados mantienen intactas sus propiedades como resultado de la ovulación errática de las gallinas. Por ello, causar extrañeza a partir de un elemento tan reconocible no está exento de humor. Gusmão + Paiva se acercan a la yema hasta el punto de que los granos de sal que la alegran ganan corporeidad. Sirviéndose de la analogía, pareciera como si estos puntos transparentes fueran accidentes captados por una fotografía astronómica del sol, o que se nos mostraran los mundos flotantes de los microorganismos desde la óptica de un microscopio electrónico. El universo y el microcosmos se asemejan en una «ficción poético-filosófica» que mezcla ciencia y ficción a partir de un elemento cotidiano que se mira desde una perspectiva distinta, que metaforiza el origen de la vida. Un mundo extraordinario cuyo referente primigenio es muy sencillo, está en cada una de nuestras casas y nos alimenta desde niños.
Pero hay otras interpretaciones posibles. Podemos parangonar esta fotografía con la citada instalación Eye Model, que recrea un experimento óptico de René Descartes. En esta pieza un huevo roto de avestruz hace las veces de pupila, la parte del ojo donde se reflejan los objetos que miramos y que nos rodean, a través de la cual accedemos en gran parte al conocimiento de qué es el mundo y qué somos nosotros. Citando al pintor Camille Pissarro y desde una perspectiva menos filosófica y más poética: «Mirar en lo humilde, donde otros no ven nada». Una comprensión que nace de la heterodoxia de entender que ciencia y arte parten del mismo sitio, que son intentos de comprensión para acercarnos a qué somos, qué es el mundo en el que vivimos.
Mediante esta fórmula de presentación Gusmão + Paiva intentan desvelar lo indiscernible a priori, permitiendo apreciar milésimas de segundo y pequeños detalles de otra manera imperceptibles. Lo verificable de la investigación científica y lo cualitativo y creativo de las artes y humanidades son dos fórmulas paralelas que a veces se entrecruzan a la hora de interpretar el mundo. Y, en este sentido, el dúo lisboeta sigue las palabras del filósofo francés Henri Bergson, que defendía que hay cosas a las que la razón no alcanza y que la intuición poética, sin embargo, roza. De ahí sus referencias e influencias literarias desde Jules Verne y Edgar Allan Poe a Jorge Luis Borges. O sus ecos del surrealismo y sus resultados y fórmulas de producción. En este sentido, estos artistas portugueses dan un paso más: sospechar de entrada del sistema de creencias desde el que observamos el mundo, pero haciéndolo de manera ligera, lo que Rocío de la Villa ha categorizado como «humor blanco del non sense».
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