Con una selección de más de cincuenta obras, incluyendo tapices, pinturas, esculturas, fotografías y relojes, la exposición La tiranía de Cronos es una indagación en torno a la idea del tiempo y su representación, una cuestión que ha jugado un papel clave en la creación artística. La muestra, comisariada por Yolanda Romero, conservadora del Banco de España, es el marco en el que se han presentado los retratos del rey Felipe VI y la reina Letizia y del gobernador, Pablo Hernández de Cos que, por encargo expreso de la institución, ha llevado a cabo la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz.

Se trata de las dos últimas incorporaciones a la galería de efigies del Banco y la primera vez que la tradicional pintura de caballete se sustituye por un medio, el fotográfico, que ha marcado la cultura visual de la contemporaneidad y sin en el que difícilmente se puede entender la evolución experimentada por el género retratístico desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días.

La propuesta de Leibovitz, autora de retratos icónicos en la cultura visual de los siglos XX y XXI, constituye un punto de inflexión en una tradición que se remonta a los orígenes de la institución, al tiempo que entronca con la tendencia de artistas como Goya —también presente en la muestra— de enfocar estos encargos desde una plena libertad y conciencia de sus intenciones artísticas que le permite generar imágenes históricamente relevantes.

En la exposición, que podrá verse hasta el 29 de marzo de 2025, las fotografías de Annie Leibovitz forman parte de Retratos al hilo del tiempo, el primero de los tres capítulos que componen la muestra. En él también se pueden ver otros retratos pertenecientes a nuestra Colección, como los que realizó Francisco de Goya del conde de Floridablanca y de Francisco de Cabarrús; el que llevó a cabo José Gutiérrez de la Vega en 1852 de Ramón de Santillán; o el que hizo del gobernador José Ramón Álvarez-Rendueles la artista madrileña Isabel Quintanilla en 1985, el primero firmado por una mujer.

Hay un elemento en común que encontramos en todos estos retratos, incluyendo los de Leibovitz: el reloj. Su presencia no es casual. Como objeto que aúna lo artístico y lo tecnológico, lo representativo y lo funcional, el reloj ha desempeñado un rol crucial en la construcción del modo de percibir y representar el tiempo en la cultura occidental. Y también, de manera específica, en la propia historia del Banco de España, donde ha estado presente desde su fundación a finales del siglo XVIII, de la mano de una incipiente burguesía financiera que veía este objeto como un símbolo de progreso y distinción social.

En este sentido, acompañando a las piezas artísticas, en la exposición podemos ver una amplia selección de los relojes históricos que la institución conserva. No en vano, la génesis de esta muestra es el trabajo de investigación realizado por la División de Conservaduría en torno a la colección de relojes del Banco de España. Investigación que dio lugar a la publicación en 2023 del catálogo Colección de relojes del Banco de España. Las horas ya de números vestidas. En la muestra, además, los ejemplares expuestos están en funcionamiento, lo que propicia que la exposición tenga una dimensión sonora, pues los visitantes escuchan sus mecanismos y sonerías, al igual que lo han hecho los empleados de la institución a lo largo de sus más de dos siglos de existencia.

Frente a la concepción lineal del tiempo de la modernidad, que el reloj encarna de manera paradigmática, existen otros modos de concebirlo y representarlo. Los otros dos capítulos de la muestra, No tengo tiempo y Un tiempo sin reloj, reúnen una selección de obras procedentes de nuestra colección contemporánea que, desde enfoques muy diferentes y utilizando una gran diversidad de medios, cuestionan y transgreden esa concepción hegemónica del tiempo, inaugurada por el mito griego de Cronos al que se referencia en el título de la exposición.

El segundo apartado de la muestra —cuyo título, No tengo tiempo, está tomado de una obra del artista croata Mladen Stilinović en la que se repite de manera obstinada dicha frase —articula una reflexión crítica en torno al malestar civilizatorio causado por la sensación de que el tiempo es algo que ya no nos pertenece. El trabajo como fuente de alienación, la precariedad laboral de las nuevas clases creativas, la disolución de las fronteras entre trabajo y vida o la relación entre tiempo y dinero son algunas de las cuestiones que abordan las piezas de esta sección, donde también encontramos un grupo de obras que dan cuenta del papel que el reloj, no ya como objeto de colección o motivo pictórico, sino como elemento presente en sus edificios y espacios de trabajo, ha tenido y tiene en el día a día del Banco.

El tercer y último apartado, Un tiempo sin reloj, es el que más claramente contesta a la concepción de un tiempo matemático, mensurable y predecible que está en la base de la lógica productiva contemporánea. Las obras incluidas en esta sección exploran la dimensión transgresora y potencialmente emancipadora de otras formas de concebir y experimentar el tiempo. Como las que se plantean desde el indigenismo, con su reivindicación de un tiempo no desligado de los ciclos naturales; o desde ciertos procesos artísticos que abogan por una cultura de la desaceleración o que cuestionan el extendido principio de que el tiempo es oro.

En paralelo a la muestra se ha editado un catálogo que, además de ofrecer información detallada de todas las piezas expuestas, incluye una serie de ensayos que nos permiten profundizar en las cuestiones y problemáticas que en ella se abordan. Tanto dicha publicación como el folleto de la muestra y el citado catálogo Colección de relojes del Banco de España. Las horas ya de números vestidas, que constituye el punto de partida de este proyecto expositivo, se encuentran disponibles bajo libre descarga en la sección de Publicaciones de nuestro portal web.

El horario de visitas a la exposición La tiranía de Cronos es de martes a sábado, de 11 a 14 h y de 16 a 20 h. La entrada es gratuita, previa reserva de invitaciones. Os recomendamos reservar con antelación. Contamos con un programa de visitas comentadas los miércoles de 18 a 19 h, y los sábados de 11 a 12 h, así como con un programa de visitas dinamizadas para grupos familiares los sábados de 12:15 a 13:15 h.