Quintanilla es una de las figuras de referencia de la pintura figurativa española desde los años sesenta del siglo pasado, perteneciente a una generación de artistas que han sido denominados «Realistas de Madrid». En 1953 ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde tiene como compañeros a los pintores Antonio López, Amalia Avia y María Moreno y al escultor Francisco López, con el que contrajo matrimonio. Juntos asumirán el reto de ir a contracorriente del entonces auge de la abstracción informalista para embarcarse, cada uno desde posiciones personales, en sus propias concepciones del realismo, destacando en Quintanilla una marcada poética intimista que parte de su entorno cotidiano. Jardines, bodegones, rincones, esquinas, interiores y objetos del ámbito doméstico serán la mayoría de las veces protagonistas de sus pinturas y dibujos, que alterna con paisajes de las ciudades donde habita, todo desde una percepción atenta y calmada de la realidad, y en las que el estudio de la luz, ya sea natural o artificial, es un componente fundamental. En 1960 obtuvo una beca como ayudante de Dibujo en el Instituto Beatriz Galindo y ese mismo año se trasladó con su marido a Roma, donde residieron durante cuatro años. Fueron importantes las vistas de la ciudad realizadas entonces, que retomarán en los noventa. De vuelta a Madrid se licenció en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid en 1982.
La obra de Isabel Quintanilla ha tenido una fuerte presencia internacional, principalmente en Italia, donde expuso por vez primera en Caltanissetta (Palermo, 1963); en Alemania, donde muestra su obra en galerías de Fráncfort, Hamburgo o Múnich, principalmente en los años setenta, y participa en colectivas dedicadas al realismo español en centros como la Kunsthalle (Baden-Baden, Alemania, 1976), el Hamburg Kunstverein und Kunsthaus (Hamburgo, Alemania, 1978); así como en Francia y Estados Unidos. También participa en eventos como la Documenta 6 (Kassel, Alemania, 1977); en España expone su obra regularmente en galerías de Madrid y Sevilla, destacando la primera exposición retrospectiva de su obra en el Centro Cultural Conde Duque (Madrid, 1996) y su participación en colectivas en el Museo Reina Sofía (Madrid, 1987), el Museo del Prado (Madrid, 2007 y 2013), y en las recientes «Realistas», en el Museo Patio Herreriano (Valladolid, 2016) y «Realistas de Madrid», en el Museo Thyssen- Bornemisza (Madrid, 2016).
Quintanilla es una de las figuras de referencia de la pintura figurativa española desde los años sesenta del siglo pasado, perteneciente a una generación de artistas que han sido denominados «Realistas de Madrid». En 1953 ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde tiene como compañeros a los pintores Antonio López, Amalia Avia y María Moreno y al escultor Francisco López, con el que contrajo matrimonio. Juntos asumirán el reto de ir a contracorriente del entonces auge de la abstracción informalista para embarcarse, cada uno desde posiciones personales, en sus propias concepciones del realismo, destacando en Quintanilla una marcada poética intimista que parte de su entorno cotidiano. Jardines, bodegones, rincones, esquinas, interiores y objetos del ámbito doméstico serán la mayoría de las veces protagonistas de sus pinturas y dibujos, que alterna con paisajes de las ciudades donde habita, todo desde una percepción atenta y calmada de la realidad, y en las que el estudio de la luz, ya sea natural o artificial, es un componente fundamental. En 1960 obtuvo una beca como ayudante de Dibujo en el Instituto Beatriz Galindo y ese mismo año se trasladó con su marido a Roma, donde residieron durante cuatro años. Fueron importantes las vistas de la ciudad realizadas entonces, que retomarán en los noventa. De vuelta a Madrid se licenció en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid en 1982.
La obra de Isabel Quintanilla ha tenido una fuerte presencia internacional, principalmente en Italia, donde expuso por vez primera en Caltanissetta (Palermo, 1963); en Alemania, donde muestra su obra en galerías de Fráncfort, Hamburgo o Múnich, principalmente en los años setenta, y participa en colectivas dedicadas al realismo español en centros como la Kunsthalle (Baden-Baden, Alemania, 1976), el Hamburg Kunstverein und Kunsthaus (Hamburgo, Alemania, 1978); así como en Francia y Estados Unidos. También participa en eventos como la Documenta 6 (Kassel, Alemania, 1977); en España expone su obra regularmente en galerías de Madrid y Sevilla, destacando la primera exposición retrospectiva de su obra en el Centro Cultural Conde Duque (Madrid, 1996) y su participación en colectivas en el Museo Reina Sofía (Madrid, 1987), el Museo del Prado (Madrid, 2007 y 2013), y en las recientes «Realistas», en el Museo Patio Herreriano (Valladolid, 2016) y «Realistas de Madrid», en el Museo Thyssen- Bornemisza (Madrid, 2016).