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El Banco de España publica un Catálogo Razonado de su Colección de relojes
El reloj ha sido un objeto que ha estado siempre presente en la historia del Banco de España. Gracias a la documentación conservada en nuestros archivos y al trabajo de investigación realizado por la historiadora Amelia Aranda Huete, tenemos constancia de que para decorar la sede en la calle de la Luna de Madrid del Banco Nacional de San Carlos, considerado como el primer antecesor del Banco de España, ya en 1783 se adquirió un reloj de sobremesa bracket firmado en la esfera por Thomas Windmills y que en una de las salas de dicha sede dio también las horas uno de de caja alta del relojero británico Diego Evans.
Desde entonces estos artilugios, donde arte y técnica se aúnan, han acompañado a quienes trabajan y visitan la institución, no solo con piezas destinadas a despachos o salones, sino también con relojes arquitectónicos que presiden sus edificios y lugares de actividad financiera, como los patios de operaciones. Todo ello ha permitido que a lo largo de los más de dos siglos de existencia del Banco se haya ido conformando una extraordinaria colección de relojes que ahora se recogen y analizan en un catálogo razonado de casi cuatrocientas páginas.
Portada del Catálogo Razonado de relojes de la Colección Banco de España
En este catalogo,que está disponible en pdf (44Mb) bajo libre descarga en la sección de Publicaciones de nuestra web, se recopilan 143 ejemplares, escogidos entre lo más representativos y valiosos de la colección. Relojes de caja alta, de pared, arquitectónicos, artísticos o funcionales, de sobremesa o chimenea que se presentan agrupados en tres secciones —"Relojes históricos", "Relojes funcionales" y "Relojes arquitectónicos" — y acompañados de detalladas fichas con información sobre su autoría, lugar de fabricación, cronología, técnicas empleadas, medidas, otras observaciones relevantes y un comentario específico por cada uno de ellos.
Reloj de sobremesa inglés bracket, c. 1720 (Thomas Windmills, relojero) | Reloj de caja alta, c. 1770-1780 (Diego Evans, relojero)
La edición de este catálogo es resultado de un proceso de estudio e investigación sobre los relojes del Banco de España que nuestra División de Conservaduría inició en 2019. Estudio que ha conllevado el análisis de su estado de conservación, la catalogación científica de sus diversos ejemplares, la restauración de algunos de ellos, así como la realización de una pormenorizada documentación fotográfica, y que ha implicado a un extenso equipo multidisciplinar, integrado por conservadores, expertos en relojería, documentalistas, restauradores y fotógrafos. Representa, a su vez, el primer paso de un conjunto de iniciativas que la entidad va a poner en marcha durante los próximos años para investigar, catalogar y difundir sus valiosos pero desconocidos fondos dentro del campo de las artes decorativas. Cabe recordar aquí que una de las principales razones de ser de lo que hoy constituye la Colección Banco de España fue disponer de objetos artísticos y decorativos que dignificaran los espacios de trabajos y dialogaran con los entornos arquitectónicos del Banco, tanto de la sede central como de las sucursales. Y dichos fondos han sido esenciales para hacer posible esa aspiración.
Reloj de sobremesa. El nacimiento de un príncipe francés, c. 1886 (Anónimo) | Reloj de sobremesa. Alegoría del Estudio y de las Artes, c. 1810-1820 (Anónimo)
En el caso concreto de los relojes, la adquisición y uso sistemático que de ellos ha hecho la institución, desde sus orígenes hasta nuestros días, ha obedecido a una razón funcional pero cargada también de connotaciones simbólicas. Como nos señala Yolanda Romero, Conservadora del Banco de España, en el texto de presentación del catálogo, el complejo engranaje del reloj, objeto que surge del afán del ser humano por atrapar y representar el tiempo, deviene en "metáfora de la productividad, el trabajo, el orden y el rigor", en consonancia con la "función unificadora y reguladora" que constituye el cometido fundamental de nuestra entidad. A este respecto, Romero recuerda que el que reloj más célebre de todos los que se estudian en el catálogo, el "Reloj de torre" del Chaflán de Cibeles, fue instalado con el objetivo expreso de contar con un reloj público cercano que sirviera de referencia para dar inicio a las reuniones de las juntas generales de accionistas del Banco.
Reloj de sobremesa, c. 1808-1838 (James Moore French, relojero) | Reloj de sobremesa, c. 1850-1860 (José de Hoffmeyer, relojero)
Más allá de su carácter funcional y de sus connotaciones simbólicas, muchos de los relojes que forman parte del fondo patrimonial del Banco de España destacan por sus indudables valores artísticos, reflejo de los gustos e intereses de cada época: de la suntuosidad barroca al ornamento sobrio y evocador del art dèco, pasando por las serenas figuras Imperio, la melancolía del neoclasicismo o la elegancia fría y depurada del diseño industrial. En este sentido podemos decir que estos relojes, producto de las escuelas y tendencias artísticas de nuestros últimos siglos, son testimonios del tiempo transcurrido a lo largo de toda la vida de la institución, dándonos claves para entender las transformaciones que ha ido experimentando la sociedad.
Lo que podemos describir como la sección clásica de esta colección está conformada por más de un centenar de ejemplares, fechados en los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX y fabricados por las principales escuelas relojeras europeas. Gran parte de ellos fueron adquiridos en la década de 1970, aunque hay un número significativo de piezas, como las ya citadas de Windmills y Evans o dos valiosos relojes firmados, respectivamente, por José de Hoffmeyer y James Moore French, que entraron a formar parte del fondo patrimonial a mediados del siglo XIX, como atestigua la documentación conservada en el Archivo Histórico del Banco de España. Mención aparte merecen los "relojes arquitectónicos", como el antes referido "Reloj de torre" del Chaflán de Cibeles o el "Reloj monumental", de estilo art decó, que ocupa el centro del hall del Patio de Operaciones de esta sede desde que se llevó a cabo su primera ampliación a mediados de la década de 1930. Junto a estas piezas históricas, en la selección que se ha realizado para el catálogo también se han incluido algunos relojes de la segunda mitad del siglo XX y que hoy podemos considerar como piezas singulares dentro de la historia del diseño industrial.
Reloj de pared o mural, segunda mitad del siglo XX (Anónimo) | Reloj de pared y de sobremesa de lectura digital de paletas, c. 1960 (Anónimo)
Como señalábamos antes, en total este catálogo ofrece documentación detallada de más de 140 ejemplares de relojes a través de fichas ilustradas con imágenes de alta resolución y textos que explican sus valores históricos y estéticos. Las fotografías son obra de Fernando Maquieira y los textos de la ya citada Amelia Aranda Huete, Doctora en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid y conservadora de relojes y autómatas de Patrimonio Nacional, que también es autora del extenso ensayo que nos introduce en la historia, características y singularidades de nuestra colección de relojes.
En el catálogo ha colaborado, a su vez, el periodista y escritor Justo Navarro con otro ensayo, titulado Las horas ya de números vestidas, donde analiza y pone de relieve el papel crucial que el reloj, como instrumento en sí pero también como motivo u objeto presente en múltiples obras artísticas debido a sus valores ornamentales e innumerables connotaciones simbólicas y filosóficas, ha jugado en la historia del arte y, de manera especial, en la conformación de nuestro fondo patrimonial. Precediendo a ambos ensayos, hay un texto de bienvenida de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, y uno introductorio general de Yolanda Romero, Conservadora de la institución. Además, en su afán divulgador el catálogo también incluye un glosario de términos vinculados al ámbito de la relojería y semblanzas biográficas de los autores de los relojes más emblemáticos que atesoramos en nuestra colección.
Reloj de torre y campanas, c. 1890 (David Glasgow, relojero) | Reloj ojo de buey, c. 1891 (Ramón Garín, relojero)