El reloj que ocupa el centro del hall de la Sala de Operaciones del Banco de España es una pieza monumental, realizada hacia 1934 en estilo art déco. Es una pilastra hueca fabricada en mármol tallado que simula acanaladuras, cerrada en las esquinas con cristal para iluminarla desde el interior, que soporta un reloj con cuatro fachadas. Las cifras horarias son números árabes elaborados en bronce dorado. Las agujas son de metal pavonado.

Tras la adquisición en 1923 de la casa-palacio del conde de Santamarca para poder acrecentar las dependencias del Banco de España, el arquitecto José Yarnoz Larrosa presentó en 1927 un anteproyecto para la ampliación que fue aprobado por el Consejo General del Banco. Yarnoz proyectó un gran hall o patio de operaciones, un inmenso espacio con reminiscencias clásicas, rebosante de espíritu art déco.

El 2 de mayo de 1934, Yarnoz aconsejó en una carta dirigida al gobernador del Banco la instalación en el centro del hall de un cuerpo monumental, con múltiples funciones, que reuniera varios relojes que pudieran verse con facilidad desde el mayor número de sitios posibles. Además, este cuerpo serviría para iluminar de manera indirecta el hall, para instalar en su interior los sistemas de extracción de aire viciado y para colocar a su alrededor mesas de escritorio. El Consejo General aceptó esta propuesta el 18 de mayo. El coste ascendería a 134 174 pesetas [1].

Este cuerpo monumental, de perfil cuadrangular, con un diseño típicamente déco, está construido con un sencillo entramado de hierro y ladrillo revestido de mármol. El interior está hueco. Su sección en planta es de 1,40 x 1,40 metros. La altura aproximada es de 6,50 metros. En la parte alta luce una esfera en cada una de las caras. Esto permite ver la hora en las oficinas de la planta baja, en el patio de operaciones abierto al público y en las galerías de los pisos superiores que rodean el hall. El hueco interior alberga los canales de calefacción y extracción de aire viciado. Sus bocas están provistas de rejas artísticas de bronce colocadas sobre el mármol. En la parte alta se instalaron los reflectores de luz, que iluminan indirectamente la parte superior del hall, en especial, la escocia de apoyo de la vidriera artística.

[1] El reloj de cuatro esferas costaría 5000 pesetas. AHBE, Administración y Obras, caja 70C.

Amelia Aranda Huete