
Ramón de Santillán, el gobernador que más tiempo ha estado al frente de la entidad
En 1852, el Consejo de Gobierno del Banco Español de San Fernando encargó a uno de los más acreditados pintores de la época, José Gutiérrez de la Vega, un retrato de Ramón de Santillán (Lerma, Burgos, 1791 - Madrid, 1863), gobernador en aquel momento de la entidad que retomaba así una costumbre que había perdido a finales del siglo XVIII, coincidiendo con la caída en desgracia de Francisco de Cabarrús. Con el encargo de ese retrato se quería mostrar el agradecimiento y reconocimiento a una figura que había sido clave en la fusión entre el Banco de Isabel II y el Banco de San Fernando
. Una operación que, aunque no estuvo exenta de tensiones, terminó reforzando a la institución que en 1856 adquiriría su denominación actual, Banco de España.
Costeado por los propios consejeros y subgobernadores, el retrato de Ramón de Santillán se concibió para que estuviese siempre expuesto en el salón de sesiones del Consejo del Banco de España con la finalidad de servir de "ejemplo de la gratitud con la que el Banco paga los buenos servicios y señala el camino que deben seguir los gobernadores que aspiren a dejar grato renombre". En ese lugar aún se encuentra colgado, si bien durante estos últimos meses ha cambiado provisionalmente su ubicación para formar parte de la exposición 2328 reales de vellón. Muestra que indaga en los orígenes de la colección artística del Banco de España, abarcando un arco temporal de casi ocho décadas. El mandato de Ramón de Santillán —el gobernador que hasta la fecha ha estado más tiempo al frente de la entidad, entre 1849 y 1863, es decir, catorce años— corresponde a la fase final de dicho arco.
José Gutiérrez de la Vega: Ramón de Santillán (1852)
Tras la fusión del Banco de Isabel II y el Banco de San Fernando —que, como ministro de Hacienda, el mismo había impulsado—, en 1849 Santillán fue nombrado gobernador de la institución resultante, el Banco Español de San Fernando. Cargo que ostentaría hasta su fallecimiento y con el que logró, en primer lugar, llevar a cabo un profundo proceso de saneamiento de la entidad —tomando para ello como modelo el Banco de Francia— y, después, de fortalecimiento y expansión de la misma. En esa labor, además, como subrayan sus biógrafos, siempre mantuvo una relativa independencia frente al poder político y se dejó guiar por sus arraigadas convicciones reformistas.
Su nombramiento como gobernador del Banco Español de San Fernando llega tras una brillante carrera en el ámbito de la función pública hacendística que incluso le llevó a ser en dos ocasiones, en 1840 y 1847, ministro de Hacienda. Esa carrera la había iniciado a mediados de la década de 1820, tras haber ejercido durante casi dos décadas, de 1808 a 1825, como militar, oficio que abandonó con el grado de teniente coronel. Estrecho colaborador de Alejandro Mon y Menéndez, tuvo un papel capital en la gran reforma tributaria de 1845, conocida popularmente como la "Reforma Mon-Santillán", que supuso la creación del primer sistema impositivo moderno en España.
Es durante su segundo mandato como ministro de Hacienda, en 1847, cuando se toma la decisión de iniciar el proceso de fusión entre el Banco de San Fernando, heredero del Banco de San Carlos, y el Banco de Isabel II, surgido pocos años antes por iniciativa del financiero José de Salamanca. Este último, que tras una crisis gubernamental le sustituye al frente del Ministerio, fue quien, finalmente, firmó el decreto de fusión, aunque cuando en 1849 se instaura la figura del gobernador, será él la primera persona en asumir el cargo, como ya hemos señalado anteriormente. Cargo que mantiene cuando la entidad adopta su nombre actual, Banco de España.
Libros de Ramón de Santillán
En la fase final de su carrera, Santillán desarrolló también una importante labor ensayística. Por un lado, escribió Memoria histórica sobre los bancos Nacional de San Carlos, Español de San Fernando, Isabel II, Nuevo de San Fernando, y de España, donde realiza un riguroso análisis histórico de la institución desde sus inicios como Banco de San Carlos hasta su transformación en el Banco de España. Por otro, el extenso ensayo Memoria histórica de las reformas hechas por el sistema general de impuestos de España y de su administración desde 1845 hasta 1854
que, en palabras de Elena Serrano García, es "uno de los mejores estudios sobre la Hacienda aparecidos en el siglo XIX". También llegó a escribir un libro de carácter autobiográfico con sus memorias más personales, un repaso por su vida desde sus orígenes humildes hasta sus años como gobernador de la principal institución financiera del país.
A esta condición de escritor podría aludir José Gutiérrez de la Vega (Sevilla, 1791 - Madrid, 1863) cuando en el retrato encargado por el Banco, le muestra sosteniendo un libro con su mano derecha. En dicho retrato, Ramón de Santillán aparece sentado y vestido con uniforme de gentilhombre de cámara sobre el que luce las dos máximas condecoraciones civiles del Estado: las grandes cruces y bandas de las Órdenes de Carlos III y de Isabel la Católica. A través de una "pincelada minuciosa, ligera y licuada", explica Carlos González Navarro, Gutiérrez de la Vega consigue dotar a la obra de un elegante efecto suntuoso que nos remite a la pintura de Murillo y de Goya, dos autores por los que siempre sintió una gran admiración. A esa suntuosidad contribuye también su ennoblecido fondo escénico —donde se mezclan la arquitectura y la naturaleza— y la pose de serena distinción con la que le representa , constituyendo, según González Navarro, uno de los más destacados retratos que este artista de origen sevillano, nacido el mismo año que Santillán, llevó a cabo a lo largo de su carrera.