Frutas de bodegón. Expedición Sicilia (lámina 27)

Frutas de bodegón. Expedición Sicilia (lámina 27)

  • 2018
  • Objetos de cerámica del Taller de Todaro Tommasino en Santo Stefano di Camastra (Messina, Sicilia, Italia), fotografía y lápiz sobre cartón
  • Cat. E_162
  • Adquirida en 2021
  • Observaciones: Obra compuesta por dos piezas: Lámina botánica: 112 × 80 × 5 cm y Frutero de cerámica: 30 × 50 × 43 cm
Por:
Maite Méndez Baiges

Esta obra se compone de dos piezas: un frutero de cerámica, realizado por un artesano siciliano, y su descomposición en una lámina en la que aparecen representadas y ordenadas cada una de sus frutas artificiales, de acuerdo a una especie de clasificación científica. Esta hoja simula el estilo y la naturaleza de las láminas científicas de los libros de botánica o herbarios (como los de Celestino Mutis) fruto de las expediciones europeas por el mundo a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Eran muestrarios de plantas que o bien dibujadas, o bien sometidas a un proceso de conservación, se ordenaban de acuerdo con una taxonomía que se solía acompañar de más datos, como el nombre de la persona que la había recolectado, el lugar y la fecha de recolección y el hábitat en el que se encontraba. La noción de taxonomía, palabra de origen griego que se compone de taxis, «ordenamiento» y nomos, «norma», aplicada a la botánica remite a una epistemología de carácter occidental asociada al universo de los exploradores y del colonialismo europeo, y, especialmente, a su «apropiación del Nuevo Mundo». Baraya se considera a sí mismo un «viajero» que simula comportarse como aquellos exploradores, si bien para desbaratar y examinar críticamente, y con buenas dosis de ironía, la acción y la mirada que ha proyectado a lo largo de siglos el hombre occidental en su descripción y dominio del mundo. Se infiere de este modo que las herramientas del conocimiento científico europeo, aplicadas por los exploradores europeos, presuntamente objetivas y universales, fueron cómplices privilegiadas del proceso del colonialismo, si es que no se identifican plenamente con este proceso histórico. Su discurso desvela el carácter de construcción, y no de mera reproducción pasiva, que tienen las ilustraciones científicas sobre la flora de América, y la proyección que el estudio y difusión del reino vegetal tuvieron en la construcción de otras identidades, la de las naciones latinoamericanas, como por ejemplo la colombiana. El carácter exuberante y exótico que los europeos apreciaron en la vegetación del continente americano se habría desplazado al carácter e identidad de sus habitantes.

Baraya trabaja a menudo con representaciones de plantas, interesándose por el uso de esa vegetación falsa o artificial en la vida cotidiana. Es el caso de Frutas de bodegón. Expedición Sicilia (lámina 27), que forma parte de un proyecto que se llevó a cabo durante una estancia del artista en Palermo en 2018. Sicilia es célebre por sus cerámicas, multicolores o blancas, especialmente las que representan la testa di moro, la cabeza del moro aristócrata cercenada por una doncella, las piñas de la fortuna, los soles o lámparas. Constituyen el trofeo-suvenir por excelencia de los turistas que visitan la isla. Baraya ha explicado que en uno de estos talleres de cerámica, el de Santo Stefano de Camastra, encontró el frutero-bodegón de un artesano local, Tommasino, que le permitió confeccionar en su propio taller y con sus moldes de yeso la separación de las frutas (las partes) del bodegón (el todo) para su serie de Herbario de plantas artificiales. Se trata de un proyecto artístico sobre las reproducciones vegetales artesanales o made in China, fruto de su trabajo procesual como «explorador» y de la consideración de la expedición como una de las bellas artes. El proyecto siciliano recrea el muestrario al que dio lugar la recolección de flora artificial o falsa que Baraya hizo durante su estancia en la isla, prestando una especial atención a las ofrendas florales asociadas a las tradiciones culturales y los rituales de distintas comunidades. El artista trabaja a partir de la idea de la naturaleza como construcción cultural. Y, de este modo, estas piezas constituyen una forma de plantear no solo cuestiones asociadas a la representación de la naturaleza, sino también el problema que suscita la naturaleza de la propia representación. Se expuso en la bienal Manifesta 12, celebrada en Palermo en el año 2018, y en la Galería Fernando Pradilla en Madrid en 2019.

Maite Méndez Baiges

 
Por:
Maite Méndez Baiges
Alberto Baraya
Bogotá 1968

Vive y trabaja entre Bogotá y Madrid. Estudió en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, posteriormente cursó el máster de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid y la especialidad de Multimedia en la Universidad Complutense de Madrid. Emprende su práctica profesional en 1992, utilizando medios como la fotografía, el vídeo, el objeto encontrado, el collage, la pintura y la instalación.

Uno de los ejes que guían la creación de Baraya es el estudio de la representación de la naturaleza. Mediante prácticas como la exploración y el viaje, sus proyectos artísticos investigan y cuestionan los procesos de legitimación del paradigma científico occidental y su noción de la naturaleza. Exotismo y colonialismo forman igualmente parte de sus indagaciones. Para ello, ha ideado un personaje que viaja por el mundo, «un naturalista artificial que hace las veces de una parodia de los antiguos naturalistas y científicos», según sus propias palabras. Su trabajo se basa a menudo en expediciones que recrean los comportamientos y modos de los exploradores europeos ilustrados. A partir de ellas reproduce o simula sus inventarios vegetales o animales, con sus correspondientes criterios taxonómicos, supuestamente asépticos y objetivos de acuerdo con la mentalidad positivista occidental. Las recolecciones y clasificaciones de plantas falsas de Baraya, como las de la serie Herbario de plantas artificiales, con expediciones por Indianápolis, Sicilia o California, pueden desembocar tanto en una crítica —suave e irónica— de la alianza entre progreso científico y explotación colonial como en la exhibición del carácter de los actos estéticos cotidianos en diferentes partes del mundo. Baraya explora el «viaje ilustrado» en el doble sentido de la palabra «ilustración». Sus proyectos sacan a la luz el carácter de la representación de la naturaleza como construcción, sobre todo en las espléndidas láminas debidas a las exploraciones del XVIII, como la encabezada por Celestino Mutis en Colombia. Al mismo tiempo, revelan cómo influyó esta construcción de la naturaleza latinoamericana, cargada de un exotismo de la exuberancia, en la conformación de la identidad nacional de algunos países latinoamericanos. Con sus indagaciones sobre las «descripciones del mundo», las representaciones de los paisajes o el carácter artificial de la naturaleza, y movido por su interés en los estereotipos de las identidades nacionales (del que no es ajena su doble condición española y latinoamericana), Baraya va atesorando evidencias sobre los problemas y condiciones de las sociedades actuales, con la convicción de que la representación de la naturaleza acaba diciendo más acerca de nosotros mismos que de la naturaleza en sí.

Su trabajo se ha expuesto en la Bienal de Berlín (2014); la Bienal Internacional de Arte de Cuenca (2011); la Bienal de Venecia (2019); la Bienal de São Paulo (2006); los Tokyoramas del Palais de Tokyo en París (2001); la Galería Fernando Pradilla, Madrid (2021); la XIII Bienal de Shanghái (2021), el Miami Beast (2021), el Hay Festival, Segovia (2020) y el Manifesta 12, Palermo (2018). Ha participado en exposiciones colectivas en el Bronx Museum of the Arts de Nueva York (2014), el Itaú Cultural en São Paulo (2014), la Fundación Colección Jumex en Ciudad de México (2013) y en Gasworks, Londres (2009), entre otras. Su obra forma parte de las colecciones Daniel and Estrellita B. Brodsky Family Foundation, Nueva York; Stavanger Kunstmuseum (MUST), Stavanger, Noruega; Colección de Arte del Banco de la República, Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá, Colombia; Essex Collection of Art from Latin America (ESCALA), University of Essex, Colchester, Reino Unido; Bienal de Fotografía de Tenerife, Santacruz de Tenerife, Islas Canarias; Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá; Pierre Huber Films & Videos Collection, Suiza.

Maite Méndez Baiges

 
«Nuevas hierbas de Palermo y alrededores. Una expedición siciliana», Manifesta 12. The Planetary Garden (Palermo (Italia), 2018). «Alberto Baraya. Una expedición siciliana», Galería Fernando Pradilla (Madrid, 2019). «Herbarios Diplomáticos. Expedición Siciliana», Centro Cultural Gabriel García Márquez. Embajada de Colombia en Madrid (Madrid, 2020). «Un invernadero en la Huerta del marqués de Villena», HAY FESTIVAL (Segovia, 2020). «Flores y frutos. Colección Banco de España», Banco de España (Madrid, 2022-2023).
Alberto Baraya, «Nuevas hierbas de Palermo y alrededores. Una expedición siciliana», Palermo, Manifesta 12, 2018, p. 14. VV. AA. Flores y frutos. Colección Banco de España, Madrid, Banco de España, 2022.