Casas

Casas

  • c. 1960
  • Óleo sobre lienzo
  • 54 x 64,7 cm
  • Cat. P_803
  • Adquirida en 2015
Por:
Frederic Montornés

Luis García-Ochoa se formó en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y, sobre todo, en el estudio de arquitectura de su padre, donde además de trabajar accedió al conocimiento del arte de vanguardia. Tras una etapa de producción caracterizada por una tendencia de corte posimpresionista y fauvista, la obra de García-Ochoa evolucionó hacia una suerte de expresionismo caracterizado por el vigor de sus líneas, la estridencia cromática y la rotundidad de unos volúmenes de innegable calidad pictórica. Pero lo que fue decisivo en la carrera de este artista fue la influencia que recibió del cubismo de Benjamín Palencia y su integración en la segunda Escuela de Vallecas, una experiencia poética plástica impulsada por Palencia y el escultor Alberto Sánchez Pérez en 1927 y que, tras la Guerra Civil española, será Palencia quien reactiva, sentando las bases de lo que, a partir de 1945, se conocerá como la Joven Escuela Madrileña o Escuela de Madrid.

Casas es una obra de inspiración posimpresionista por el uso saturado del color así como de la técnica de un empaste capaz de reflejar con eficacia y suavidad tanto los juegos de luz y sombra como la justa tridimensionalidad volumétrica del paisaje. Toda vez que deja entrever la influencia del cubismo de Picasso y, sobre todo, de Benjamín Palencia, Casas es también deudora de Paul Gauguin y Pierre Bonnard, especialmente en el tratamiento de unos cielos y horizontes capaces de resumir, a través de la exquisitez del gesto del artista, la serenidad que se requiere en el tratamiento de la naturaleza para contrastar con las formas arquitectónicas construidas por el hombre.

Frederic Montornés

 
Por:
Julián Gállego Serrano, María José Alonso
Luis García-Ochoa
Donostia / San Sebastián 1920 - Madrid 2019

Junto con la también vasca Menchu Gal se incorporó a la Escuela de Madrid nada más terminar la Guerra Civil, aunque mantuvo una independencia plástica que, rozando lo informal, desembocó en su particular expresionismo, sin abandonar el color propio de la tradición de la pintura vasca. Realizó sobre todo paisajes, formando parte de la llamada Segunda Escuela de Vallecas, con escenas circenses y temas de realismo crítico, en ocasiones grotescos, que lo relacionan con José Gutiérrez Solana y Francisco Mateos. Gran acuarelista y grabador, fue pensionado por el Gobierno francés en París y por el español en Milán y fue becario de la Fundación Juan March. Ganó el Premio del Ayuntamiento de Donostia/San Sebastián en 1960, la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1960 y el Gran Premio de Pintura de la Bienal de Alejandría de 1965. Es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1980. En 1993 fundó la Escuela de Pintores Figurativos de El Escorial.

 
 
VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 1.