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Fallece Gerardo Delgado, destacado exponente de la abstracción geométrica pictórica española
Este martes 5 de marzo ha muerto a los 82 años de edad Gerardo Delgado, una figura de gran relevancia dentro de la historia del arte abstracto español. Formado como arquitecto, inició su carrera artística a mediados de la década de 1960, realizando su primera exposición individual en 1968 en la galería La Pasarela, epicentro de la modernidad sevillana en aquella época. Un año antes ya había formado parte de la muestra colectiva Nueva Generación, organizada por la Galería Edurne de Madrid, y entre 1969 y 1971 participó en los seminarios de Generación Automática de Formas Plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad Complutense. También se involucraría en 1972 en uno de los eventos artísticos más importantes de las postrimerías del franquismo, los Encuentros de Pamplona.
En la primera etapa de su carrera, Gerardo Delgado, que siempre compaginó su trabajo artístico con la docencia, crea obras modulares, de colores planos y formas geométricas simples y volumétricas, donde otorga una gran centralidad a la experimentación con las posibilidades combinatorias. Posteriormente, enfocará su investigación en la ampliación del espacio pictórico y el color, generando instalaciones envolventes que dan cuenta de su concepción expandida de la pintura, lo que, según Frederic Montornés, le emparenta con artistas como Frank Stella, Ellsworth Kelly, Lucio Fontana o Piero Manzoni.
Coincidiendo con la irrupción de los neoexpresionismos en el ámbito artístico internacional, a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980 su obra adquiere un carácter más gestual, introduciendo a menudo en sus cuadros ciertos elementos figurativos que se diluyen sobre fondos indefinidos. No obstante, a mediados de la década siguiente y hasta el final de su carrera, vuelve a recuperar la abstracción geométrica, profundizando en su indagación crítica en torno a la espacialidad y los límites y la naturaleza del hecho pictórico.
Gerardo Delgado: Curro Romero (1978)
En la Colección Banco de España contamos con cuatro obras de este artista, pertenecientes a diferentes momentos de su carrera. La más antigua de ellas es Curro Romero (1978), donde a través de las vibraciones y transparencias de diferentes valores de un mismo tono, logra crear una pintura de presencia tan inquietante como rotunda. La referencia taurina de su título, más que una alusión concreta al personaje real, remite al cromatismo cálido que se asocia con el toreo, presente en algunos de sus elementos más característicos, como los trajes de luces, el albero, los capotes, los burladeros... Cabe recordar aquí que en relación al periodo de su obra en el que se encuadraría este trabajo, Javier Maderuelo señala que el artista sevillano siempre parte de algún motivo que toma metafóricamente, «pero despojándolo de anécdotas figurativas y formales, hasta conseguir, solo a través de colores con matices muy elaborados y de gestos contundentes y precisos, unos cuadros tan líricos como misteriosos y atractivos».
Gerardo Delgado: El caminante - El visionario (1990)
Realizada doce años después, El caminante - El visionario (1990) es un díptico de formato vertical que constituye un buen ejemplo de la producción de este artista en relación con la comprensión del espacio. Dotado de una extraordinaria fuerza expresiva, Delgado engarza de manera orgánica las dos piezas que lo conforman, jugando con la cualidad matérica de lo pictórico y mostrando su capacidad de construir a través del color formas de gran contundencia plástica y, a la vez, cargadas de connotaciones poéticas.
Gerardo Delgado: Ruta de San Mateo I (2001)
Las otras dos piezas de este artista que forman parte de nuestro fondo patrimonial dan cuenta de la vuelta a la abstracción más pura, geométrica y analítica, que Gerardo Delgado emprendió en la fase más tardía de su trayectoria. La primera de ellas, Ruta de San Mateo I (2001), pertenece a una amplia serie de lienzos que realizó en la década de los 2000 y que se caracterizan por el uso de trazas reticulares que va recombinando y con las que crea formas geométricas de profundidad tridimensional.
Gerardo Delgado: Entramado nº1 (2021)
Esa búsqueda de tridimensionalidad a través de elementos puramente pictóricos también está presente en Entramado nº1 (2021), una de las últimas obras realizadas por Delgado y que el Banco de España adquirió en 2022. Esta tela forma parte de una serie que inició durante el encierro de la pandemia y en la que todas las piezas tienen una composición organizada por cuatro elementos inclinados entrecruzados, con bruscos contrastes de formas y colores. La obra, inspirada en la icónica fotografía Lunch atop a skraper (1932) que retrata a un grupo de trabajadores sentados en una viga de un rascacielos neoyorquino en construcción, da cuenta del estado de gran lucidez creativa que mantuvo Gerardo Delgado hasta el final de su vida.