Colección
Curro Romero
- 1978
- Óleo sobre lienzo sobre madera (Díptico)
- 142 x 164 cm
- Cat. P_264
- Adquirida en 1979
Curro Romero (1978) utiliza la referencia taurina como mero pretexto para remitir a los colores de algunos de los modelos de trajes de luces que visten los toreros en el ruedo. Pero es el cromatismo cálido, que se distribuye en cuatro sectores, degradados o subidos, en realidad, el protagonista del cuadro por encima de cualquier referencia literal al personaje. El autor ha realizado estos ejercicios con grandes superficies, dramáticamente compuestas a veces, en las que se organizan unos pocos colores, y ha ido introduciendo, posteriormente, sencillas formas de gran contundencia plástica. La sugestión que producen las vibraciones y las transparencias de diferentes valores de un mismo tono son el procedimiento para lograr una pintura de presencia tan inquietante como rotunda. En referencia a este período de la obra de Delgado, Javier Maderuelo señala, en el catálogo del Museu Fundación Juan March de Palma, lo siguiente, plenamente aplicable a Curro Romero: «A pesar de la aparente irreferencialidad de este tipo de pintura, que no imita ni representa ninguna forma del denominado “mundo real”, Delgado siempre parte de algún motivo que toma metafóricamente y que interioriza, despojándolo de anécdotas figurativas y formales, hasta conseguir, solo a través de colores con matices muy elaborados y de gestos contundentes y precisos, unos cuadros tan líricos como misteriosos y atractivos».
Más obras de Gerardo Delgado