El Banco de España encargó al artista Ignasi Aballí la obra Zona Euro (2009) coincidiendo con el décimo aniversario de la creación de la Unión Económica y Monetaria Europea el 1 de enero de 1999. El euro, la moneda de los países de la Unión que destronaba a la castiza peseta, entraría en circulación unos años después, en 2002. La muestra de Aballí, que tendría lugar en 2009 en el chaflán de la Sala de Exposiciones que da a la fuente de Cibeles, fue comisariada por José María Viñuela. Zona Euro reunía la instalación que hoy es propiedad del Banco junto a otras obras, como Papel moneda (2007), monócromos realizados con virutas de billetes de distintos valores, actualmente en la Colección ”la Caixa”; una obra que, en apariencia, sitúa a Aballí en la línea de autores que persiguen la minimalización de la pintura como Kazimir Malévich, Yves Klein o Francesco Lo Savio.

La instalación Zona Euro, una suerte de poesía visual, continúa los listados que Aballí inició en 1997, para los que reunía y catalogaba en grupos recortes de textos de la prensa diaria que descontextualizaba y componía de otra manera. La pieza reúne información en la que siempre se cita la moneda en diversas cantidades, cartelones recortados y colocados en hileras en forma de bandera junto a cuantías que, sin aparente conexión, informan sobre un determinado número de trabajadores, de ricos, de parados, de contribuyentes o de empresarios; fórmulas de medir, de nombrar y de clasificar económicamente a la ciudadanía. Una nueva manera de reunir significantes que, como en el coleccionismo premoderno, propone fórmulas inéditas de narrar lo existente para las que el espectador resulta una pieza imprescindible, pues debe rellenar los numerosos vacíos con su propia experiencia. De esta manera, Aballí pone en evidencia los elementos invisibles que dan sentido al dinero, al consenso que genera que un trozo de papel valga cinco euros y otro de dimensiones y material similar, cien veces más. Como el propio autor ha declarado, «parto de lo poético para acabar con una resonancia política».

Dentro de la colección, esta instalación se ha transformado en una intervención realizada por el propio Aballí con la colaboración de Paredes Pedrosa Arquitectos en una antigua escalera secundaria de la sede central del Banco de España en Madrid. En el hueco de la escalera hay dos ascensores panorámicos que facilitan el tránsito mecanizado en vertical; su ascenso y descenso se acompaña de la lectura de los letreros económicos en las paredes del espacio, convertido así en nuevo ámbito expositivo para la institución.

Isabel Tejeda