The Ecliptic (La eclíptica)

The Ecliptic (La eclíptica)

  • 2014
  • Reloj, aluminio, acrílico, luces LED
  • 55 x 55 x 15 cm
  • Edición 2/12
  • Cat. R_179
  • Adquirida en 2024
Por:
Ferran Barenblit

El título de esta pieza hace referencia al plano orbital de la Tierra alrededor del Sol. Visto por un observador en la superficie del planeta, a lo largo de un año el astro rey dibuja una línea contra el fondo aparentemente inamovible de las estrellas. La eclíptica tiene diferentes configuraciones en función del lugar en el que se encuentre dicho observador, y es el punto de partida para definir el calendario —que, a través del clima, condiciona nuestra experiencia cotidiana— y las coordenadas astronómicas —que, en última instancia, sirven para situar nuestro lugar en el Cosmos—. Es uno de los más intuitivos fenómenos en los que se manifiesta una tensión entre lo objetivo, el lugar que el Sol ocupa en el firmamento año tras año, y lo relativo, nuestra posición para observarlo. Desde su título, esta pieza nos invita a pensar desde un espacio común que incluye tanto un yo subjetivo como un nosotros indefinido.

The Ecliptic consta de un reloj cuya esfera y manecillas son negras y opacas. En lugar de números, podemos leer siete palabras que se van iluminando de forma imprevisible. A las tres, encontramos el substantivo «TIME» [Tiempo]. Entre las siete y las doce, los verbos «freeze», «figure», «fold», «free» y «fix», todos ellos palabras que empiezan por F. Esta selección crea una poética inspiradora. El tiempo puede ser congelado, supuesto, fracasado, liberado o reparado. Las manecillas avanzan silenciosas e inapelables, empujadas por esa energía eléctrica producto del ingenio humano y la modernidad. La puntualidad fue una de sus conquistas, tan imprescindible para un sistema ferroviario o para la industria como alienante para el trabajador sometido a su tiranía. Solo la poesía puede impugnarlas o, como mínimo, cuestionar el dictado moral de la eficiencia y la productividad que se le asocia al tiempo.

Hay otra palabra en F que sobrevuela todas las demás: futuro. Walter Benjamin, al pensar en el Ángel de la historia de Paul Klee, proyecta una visión crítica del paso del tiempo donde cada progreso aparente está marcado por la acumulación de catástrofes y sufrimiento. En lugar de una narrativa lineal de prosperidad y mejora, Benjamin ve la historia como una serie de eventos trágicos que el ángel es forzado a presenciar sin poder intervenir. Con una expresión de horror, mira hacia el pasado mientras es empujado irremediablemente hacia el futuro por una tormenta que él llama «progreso». Esta tormenta lo lleva hacia adelante, sin permitirle detenerse a reparar los desastres y ruinas que deja atrás.

En 2007, en una obra titulada Latento comunista, Raqs escribía: «No es deseable que el futuro sea cautivo del presente». La ambigüedad poética transitaba, así, por los muchos porvenires posibles. Su lucha contra el determinismo está basada en herramientas tan imprecisas como contundentes. Raqs amplía el universo del discurso, celebra su condición multidimensional no solo explorando caminos, sino generando herramientas mediante la imaginación y la especulación que fuerzan la aparición de nuevas sendas. Son meticulosamente indeterminados, para lo que proyectan un campo de acción amplio en el que se cruzan elementos individuales y colectivos, emocionales y políticos. Todo eso atraviesa The Ecliptic y en su compleja definición del tiempo. A través de sus múltiples conjugaciones, pone su acento en el cambio, la transitoriedad, lo «no permanente» que fluye junto al tiempo mismo. Es así como desafía el orden establecido o, al menos, lo utilitarista del sentido. Apuesta por el flujo, el relevo constante, el traspaso de unos hacia otros. A tenor de aquello que enuncia la pieza, importa bien poco si aquello que se imagina puede llegar a ocurrir, porque, de hecho, ya está ocurriendo al ser enunciado.

Ferran Barenblit

 
Por:
Ferran Barenblit
Raqs Media Collective
Nueva Delhi (India) 1992

Raqs Media Collective fue fundado en Nueva Delhi, India, en 1992, por Jeebesh Bagchi (1965), Monica Narula (1969) y Shuddhabrata Sengupta (1968). La palabra «raqs», de la que toman su nombre, la usan varios idiomas, como el urdu, para referirse al movimiento constante y al estado de intensificación de la consciencia que se genera. El término también podría ser un improbable acrónimo de aquellas preguntas raramente formuladas, una poética referencia a su repertorio temático. El colectivo aborda cuestiones como la conectividad, la temporalidad y la plenitud, y los sitúa en la intersección del arte, la investigación histórica y la especulación filosófica. En su trabajo emerge una visión crítica del orden social, económico y político de la modernidad, indagando en el porqué de sus normas y contradicciones, así como la forma en que se ejerce el poder sobre individuos y sociedades. A través de una continua revisión de mitos e historias a veces olvidadas, animan a los espectadores tomar una postura activa que cuestione las normalidades asumidas que definen nuestras vidas.

El colectivo opera como laboratorio de pensamiento que propone la estética como punto de partida para una reflexión sobre la realidad. Para ello, actúan como artistas, curadores, investigadores, editores y, en definitiva, catalizadores de procesos culturales. Como artistas, han tenido exposiciones individuales en museos como Mathaf en Doha en 2019; The Whitworth en Manchester en 2017; o la que se pudo ver entre 2014 y 2015 en el CA2M de la Comunidad de Madrid, el MUAC de Ciudad de México y la Fundación Proa de Buenos Aires. Como curadores, han sido responsables de la séptima edición de Manifesta, titulada The rest of now, en 2008; Why Not Ask Again?, en la XI Bienal de Shanghái, en 2016; Al descubierto o a escondidas, en el MACBA de Barcelona, en 2019.

Ferran Barenblit

 
«La tiranía de Cronos», Banco de España (Madrid, 2024-2025).