Tête longue tige
- 1932
- Bronce patinado
- 61 x 22 x 13 cm
- Edición 5/8
- Cat. E_47
- Adquirida en 1985
- Observaciones: Fundido por Godard.
La colección Banco de España conserva de Julio González tres papeles fechados en las primeras décadas del siglo XX, así como una escultura de su época más sugestiva, los años treinta. Durante las primeras décadas de su trayectoria artística, González prefirió dedicarse al dibujo y la pintura, ya que hasta finales de los años veinte no centró sus intereses en la obra tridimensional. Se trata de tres dibujos de carácter figurativo, en realidad, tres apuntes: un paisaje vertical marcado primero con carboncillo y más tarde pintado con acuarela; una academia representando un desnudo de una mujer sentada de espaldas (n.° 1940 en el catálogo razonado del autor) que conserva grandes reminiscencia con los dibujos de Edgar Degas y que, procedente de la Colección Marie- Thérèse Roux, cuenta con varias piezas similares e incluso un boceto al óleo con idéntico título; y una escena de campo en lápiz y acuarela (n.° 1 566 en el catálogo razonado del autor) en lo que será una iconografía bastante utilizada por el artista: una campesina trabajando, que tiene concomitancias con Petit profile de paysanne, escultura de 1927. Recordemos la importancia que la figura de La Montserrat tiene durante la década siguiente como arquetipo de la madre trabajadora humilde que sufre ante el horror de la guerra.
La pieza escultórica Tête longue tige es un múltiple en bronce fechado en 1932 que cuenta con una tirada de ocho obras y que, por ejemplo, custodia también el San Francisco MoMA. Fue ejecutada por fundición Godard, en París. El Musée National d’Art Moderne de París, tiene, a su vez, una versión en hierro. Aunque la mayor parte de obras del artista catalán se sirven del hierro, material que él podía fácilmente manipular, Roberta González, la hija del artista, afirmaba que a su padre le hubiera gustado trabajar más con bronce, al igual que con otros materiales caros como el oro, pero que las circunstancias económicas no siempre lo permitían. La escultura, sobre un pequeño cubo a modo de pedestal, representa por medio de líneas y planos ensamblados una cabeza con un largo cuello, asimétrica y esquemáticamente. Pese a parecer abstracta, el título de la obra nos indica que no lo es y que parte de un modelo natural. Esta escultura pertenece al discurso plástico de González que mayor influencia tendría en el arte moderno y contemporáneo posterior: el dibujo en el espacio. Tête longue tige es una obra que algunos autores han considerado el punto de partida de la cardinal escultura Femme au miroir (1936-1937).
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