Julio González

Barcelona 1876 - Arcueil 1942

Por: Isabel Tejeda

Se considera a Julio González el mentor de la escultura en hierro y uno de los artistas más importantes de la primera mitad del siglo XX. Hijo de un orfebre, estudió en el Cercle Artístic Sant Lluc de su ciudad natal mientras trabajaba en el taller familiar aprendiendo forja y fundición del hierro. En 1899 se trasladó a París, donde conoció casi de inmediato a Pablo Picasso. Empezó a realizar sus primeras esculturas en hierro al tiempo que pintaba pasteles bajo el influjo de los pintores Edgar Degas y Puvis de Chavannes. En 1916 trabajó en una fábrica que proveía material bélico al conflicto mundial, aprendiendo una técnica industrial, la soldadura por combustión, que le sería de inmensa utilidad años más tarde al ponerla al servicio de su experimentación plástica.

Hacia finales de los años veinte del siglo XX abandonó la pintura y se centró en la obra tridimensional, creando tanto máscaras como naturalezas muertas de influjo cubista. Es la época en la que entabla amistad con Pablo Gargallo y con Constantin Brâncuși. En los años treinta realizó la que va a ser su mayor aportación a la historia de la escultura moderna, lo que él mismo denominó «el dibujo en el espacio». En este sentido colaborará con Picasso en la elaboración de varias versiones de Mujer en el jardín: los planos sencillos que conforman las masas de la pieza y que contienen alguna referencia figurativa se unen a partir de una precaria y fina estructura, en la que es esencial tanto la línea como el vacío para configurar los volúmenes. Realizó obras como La Montserrat —que pudo verse en el Pabellón de España de 1937 en París— y Mujer con espejo, con las que inició un período de obras de mayor tamaño. Su trabajo conjuga piezas con referencias figurativas y otras que, pese a poseer ecos de la realidad, parecen tener más bien un carácter abstracto, como esquemas de lo visible, cuyo sentido ayudan a imaginar los títulos de las mismas.

La colección más importante del escultor catalán se encuentra en el Institut Valencià d’Art Modern (València). Su obra ha merecido el estudio en exposiciones antológicas de importantes museos del mundo como el Museum of Modern Art (Nueva York, 1969); la Tate Gallery (Londres, 1970); el Musée Picasso de Antibes (Francia, 1990); el Museu Nacional D’Art de Catalunya y el Museo Reina Sofía (Barcelona y Madrid, 2008); o la Whitechapel Art Gallery (Londres, 1990).