Tel Tech
- 1992
- Óleo y cola vinílica sobre lienzo
- 76,5 x 76,5 cm
- Cat. P_512
- Adquirida en 1992
Las cuatro obras de Victoria Civera dentro de la Colección Banco de España corresponden a un momento en que la artista —afincada en Nueva York desde finales de la década anterior— representa, junto con otros, una marcada internacionalización del arte español coincidente con el asentamiento de la democracia en España y la búsqueda de una homologación mediante la cultura. Sin abandonar la «pintura-pintura», el trabajo de Civera de los años noventa comienza de nuevo a experimentar, a abrirse hacia un carácter objetual, como muestra el caso del uso de la tela metálica en Sin título (1992), obra indicativa de una tendencia hacia las composiciones circulares que ya utiliza a comienzos de los ochenta, así como de un camino material que la dirigirá en adelante hacia la práctica de la instalación más allá de la estricta pintura, un gesto indicativo de la hibridación formal que caracteriza su trabajo.
Las tres obras de carácter puramente pictórico reflejan, por su parte, un repertorio personal tendente a la sobriedad, en el que lo orgánico y lo geométrico dialogan en armonía, y la abstracción lineal y aparentemente rigurosa parece constantemente desafiada por un cierto carácter gestual y, en ocasiones, biomórfico, como muestran las formas que evolucionan en Tel tech (1992). La preferencia por el pequeño o medio formato, propio de este período de Civera, revela un interés por el ámbito de lo íntimo y una sensibilidad que en adelante se convertirá en aproximación a una cierta iconografía de lo femenino y sus formas de significarse culturalmente. Pero también está relacionada con la atención, en ese período, a una pintura pausada en la que lo expresivo se sacrifica en pos de lo reflexivo, en la que Civera se desmarca del debate entre abstracción y figuración.
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