Still Life with a Bouquet of Fruit, after Caravaggio (de la serie Pictures of Magazines 2)

Still Life with a Bouquet of Fruit, after Caravaggio (de la serie Pictures of Magazines 2)

  • 2006
  • Copia cromógena sobre papel
  • 101,6 x 127 cm
  • Edición 1/6
  • Cat. F_106
  • Adquirida en 2006
Por:
Isabel Tejeda

En su proceso de apropiación de las obras más famosas y reconocibles de la historia del arte, el artista brasileño Vik Muniz (São Paulo, Brasil, 1961) inició una serie, Pictures of Magazines 2 (2006), en la que el material de la primera fase del proceso de producción es el papel cuché de las revistas de moda. Muchas de estas piezas se han iniciado durante los numerosos viajes en avión que el autor realiza entre Estados Unidos y Brasil. Como no puede subir a la aeronave con tijeras o cutters, debe recortar los pequeños trocitos de papel con las manos —en el caso que nos ocupa se trata de pequeños círculos—, de esta manera genera artesanalmente, y con la técnica del fotomontaje, una nueva imagen que imita el aspecto de la obra de arte original: de esta serie hay piezas que recuerdan el primer golpe de vista que pueden tener pinturas como los bañistas de Edgar Degas, o cuadros de Gustave Courbet, Édouard Manet, Vincent van Gogh, Jasper Johns o Caspar David Friedrich. El fotomontaje es después fotografiado y ampliado a gran tamaño.

Vik Muniz obliga al espectador a que acumule la recepción de dos momentos consecutivos de la mirada, de lejos y de cerca, ironizando con el rito de la aproximación del público a una pintura impresionista para analizar la pincelada. Estos fotomontajes fotografiados ofrecen primero la apariencia reconocible de la obra original —siempre se trata de pinturas muy famosas— y, más tarde, los detalles de las miles de imágenes que se esconden tras los pliegues de la figura en una particular interpretación de la cultura de masas. Dos lecturas que generan tensión entre la imagen y el proceso, entre la memoria y la visión.

En el caso de la fotografía de la Colección Banco de España que me ocupa, el cuadro de referencia es el famoso bodegón pintado en óleo sobre lienzo por Michelangelo Caravaggio en 1596, Cesto con frutas [Canestra di frutta] (Pinacoteca Ambrosiana, Milán). El cesto de mimbre está repleto de frutas de verano, entre ellas melocotones y manzanas agusanados a punto de iniciar su putrefacción. Además, la canasta está en una situación precaria: un golpe de viento podría volcarla al estar apoyada en el borde de un alféizar. De esta manera, el pintor barroco subrayaba la delgada línea que separa el lugar de la representación y el de la enunciación, al tiempo que relataba un instante en suspensión. Si atendemos a la teoría sobre simbolismo encubierto de Erwin Panofsky y su método iconológico, las naturalezas muertas barrocas hacen referencia a lo caduco de la existencia, a «Lo que vosotros sois, nosotros fuimos. Lo que nosotros somos vosotros seréis» de los macabros cementerios de monjes capuchinos.

Para acabar me gustaría señalar la existencia de un guiño fascinante que el fotomontaje de Muniz hace al bodegón de Caravaggio: la reciente aplicación de rayos X que se ha llevado a cabo sobre la tela barroca muestra que, como era corriente en su época, en muchas ocasiones los materiales se reaprovechaban; bien, pues, en este caso, bajo el bodegón se han descubierto decoraciones de grutescos realizadas por el artista milanés similares a las que pintaba su gran amigo Prospero Orsi (Prosperino delle Grottesche) y que reproducían las ornamentaciones arquitectónicas de la Roma clásica.

Si frágiles eran las frutas, frágiles son los papelitos recortados con las manos. Si Caravaggio recogía el instante de una naturaleza muerta que pronto perdería su frescura, de idéntica manera Vik Muniz dispara en un segundo que también considera único. Si bajo la pintura barroca se esconden adornos caprichosos con animales fantásticos o seres de apariencia semihumana, la llevada a cabo por el artista brasileño ofrece, si nos acercamos, un rico universo de fragmentos de piernas, rostros de famosos, letras inconexas o bocas sonrientes que anuncian dentífrico blanqueador, en un inquietante juego de muñecas rusas que parece no tener fin.

Isabel Tejeda

 
Por:
Isabel Tejeda
Vik Muniz
São Paulo (Brasil) 1961

Iniciado profesionalmente como publicista en su país natal, Vik Muniz arrancó su proyecto artístico en la década de 1980 en Nueva York, donde vive desde entonces.

Su producción se basa en la apropiación de estrategias de la fotografía posmoderna, si bien él prefiere conectarlo con la larga tradición de la copia en la historia del arte. Para ello, se sirve de obras de arte muy famosas para el gran público, mediáticas y de fuerte presencia mítica. En este sentido, no elige una pieza concreta por su importancia artística, sino por su peso en el imaginario colectivo. Pone el acento de su intervención imitativa sobre la imagen original en técnicas y materiales como chocolate, azúcar, polvo, diamantes, mermelada, basura, juguetes, espaguetis, piezas de puzles, trocitos de papel cuché de las revistas de moda, etcétera. Después fotografía y reproduce a mayor tamaño este laborioso trabajo. De manera que no solo las imágenes son reconocibles, sino que los materiales son también familiares para el público que, en un particular trompe l’oeil contemporáneo, debe diferenciar entre la imagen original y lo que se aporta en la nueva.

Vik Muniz ha realizado exposiciones individuales en el Museum of Contemporary Photography (Chicago, Estados Unidos, 1999); el Museum of Modern Art (Nueva York, 1999); la Universidad de Salamanca (2000); y el Centre National de la Photographie (París, 1999). Entre las colectivas destacan la del Whitney Museum (Nueva York, 2000); el Museu de Arte Moderna (Salvador, Brasil, 2000); el Museo d’Arte Contemporanea di Roma (2003), el Centro Galego de Arte Contemporánea (Santiago de Compostela, 2004); la Fundación Telefónica (Madrid, 2005); el Baltic Centre for Contemporary Art (Gateshead, Reino Unido, 2007 y 2017); el MoMA PS1 (Nueva York, 2007); el Musée d’art contemporain de Montréal (Canadá, 2007); el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (2012); y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (México (2017). Representó a Brasil en la Bienal de Venecia de 2001.

Isabel Tejeda

 
«Insights – Works from the Art Collections of the NCBs», European Central Bank (Fráncfort, 2008). «Flores y frutos. Colección Banco de España», Banco de España (Madrid, 2022-2023).
VV. AA. Vik Muniz: Seeing is Believing, Santa Fe, Arena Editions, 1998. VV. AA. Clayton Days: Picture Stories by Vik Muniz, Pittsburgh, Frick Art & Historical Center, 2000. VV. AA. Model Pictures: The Menil Collection, Houston, Menil Foundation, 2002. Dan Cameron y Miguel Ángel Fernández-Cid Vik Muniz, Santiago de Compostela, CGAC, 2003. Lesley Martin Reflex: a Vik Muniz primer, Nueva York, Aperture Foundation, 2005. Joan Fontcuberta y Vik Muniz Vik Muniz habla con Joan Fontcuberta, Madrid, Fundación Telefónica, La Fábrica, 2007. Pedro Corrêa do Lago Vik Muniz. Obra completa, 1987-2009: catálogo raisonné, São Paulo, Capivara, 2009. VV. AA. Vik Muniz: más acá de la imagen, Bogotá, Museo de Arte Banco de la República, 2013. VV. AA. Class Dismissed Art, Creativity and Education. Vik Muniz, Londres, Ivorypress, 2015. VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 3. VV. AA. Flores y frutos. Colección Banco de España, Madrid, Banco de España, 2022.