Sin título

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  • 2010
  • Tinta (bolígrafo y rotulador) sobre papel milimetrado
  • 40,2 x 29,7 cm c/u
  • Cat. D_333
  • Adquirida en 2010
Por:
Isabel Tejeda

En estos seis dibujos sobre el papel milimetrado que se utiliza para el dibujo técnico, Damasceno dibuja con bolígrafo un hilo del que pronto comienzan a surgir ramificaciones de forma orgánica, como si fuera el ramaje de una planta, que se entrelazan y se revuelven; finalmente cada una encuentra su camino de vuelta de forma autónoma, convirtiéndose en varias líneas de trayectorias paralelas, para lo que el dibujante se ayuda de la ordenación geométrica de la hoja. La línea multiplicada parece recorrer la superficie del papel en un viaje perimetral en el que, como el Simurg, se encuentra a sí misma. Hasta seis veces, y con puntas de diverso grosor, Damasceno repite de forma ordenada el dibujo en el que, no obstante, y pese al parecido en estructura, se observan diferencias. Los enredos aparentemente imposibles de deshacer en la maraña central encuentran sin embargo en estos dibujos un sencillo final que sale al encuentro de su origen. Con concomitancias formales con Uma Bruxa de Cildo Meireles —una instalación de la que de una sola cuerda empieza a formarse un tejido espeso y enredado que ocupa metros y metros de espacio sin fin aparente—, el artista carioca parte de la abstracción, si bien las imágenes resultantes están preñadas de posibles significados, abiertas a la interpretación. El uso de papel milimetrado puede hacer referencia a los estudios de arquitectura que inició en su juventud.

Isabel Tejeda

 
Por:
Isabel Tejeda
José Damasceno
Rio de Janeiro 1968

Abandonó sus estudios de Arquitectura en la Universidad de Santa Úrsula en Río de Janeiro para dedicarse en 1990 a la práctica artística. Aunque siguió algunos cursos en la Escuela de Artes Visuales de Parque Lage en su ciudad natal, se considera autodidacta. Damasceno es hijo del dinámico ambiente artístico de Brasil, con una genealogía que es preciso remontar a Helio Oiticica, Lygia Clark o Cildo Meireles, pero que también se encuentra más atrás, en los artistas antropófagos y sus conexiones surrealistas.

El artista carioca explora de manera multidisciplinar los límites de la forma escultórica en el espacio valiéndose de las infinitas posibilidades de los materiales —arpillera, madera, hormigón, cemento, aluminio, hilo, tela, papel, etcétera—, y lo hace interviniendo en el ámbito específico de exposición. En este sentido, analiza las características del espacio en su superficie o profundidad (Durante o caminho vertical, Bienal de Venecia, 2005) y le da la vuelta al poner en cuestión su gravedad (intervención en la Holborn Library, Londres, 2014). De esta manera, cambia la percepción que el espectador tiene sobre este, basada en su experiencia pasada, al proponer nuevas experiencias físicas. Damasceno pretende dinamitar el pensamiento rígido que parte de estructuras prefijadas.

Ha realizado proyectos individuales, entre otros, en el Museu de Arte Moderna (Río de Janeiro, Brasil, 2011); el Palais de Tokyo (París, 2003); el Culturgest (Oporto, Portugal, 2003); el Centre Georges Pompidou (París, 2007); el Museo Reina Sofía (Madrid, 2008); o el Centro Cultural de São Paulo (2012). Ha participado en las bienales de Pontevedra (2000); Mercosur (Porto Alegre, Brasil, 2003); Venecia (2005 y 2007); y São Paulo (2002). En 1995 recibió el Premio de la Unesco para la Promoción de las Artes en París.

Isabel Tejeda

 
«José Damasceno. Estudios Paragráficos», Galería Distrito 4 (Madrid, 2010). «Trama y textura y abstracción», Galería Estrany-de la Mota (Barcelona, 2014).
VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 2.