Retrato de Tirso Rodrigáñez y Sagasta
- 1935
- Bronce
- 52 x 30 x 50 cm
- Cat. E_164
- Adquirida en 2022
Timoteo Tirso Sáenz de Rodrigáñez y Mateo-Sagasta (Logroño, 1853-Galapagar, Madrid, 1935) fue una personalidad relevante de la historia reciente de España, sobrino de Práxedes Mateo Sagasta, abogado, periodista y protagonista de una dilatada vida política. Inició su carrera muy joven como diputado en 1881 por el distrito de Logroño y lo fue hasta 1905, año en que se convirtió en senador vitalicio. Dados sus conocimientos en asuntos económicos, y tras ocupar diversos cargos de importancia en la Administración española, llegó a ser ministro de Hacienda en 1902 y de nuevo en 1911. Fue gobernador del Banco de España durante tres mandatos, en 1910-1911, 1917-1919 y 1923.
En 1914, el Banco de España encargó al pintor Juan Antonio Benlliure su retrato oficial. Más de veinte años después, Mariano, escultor y hermano de Juan Antonio, modeló su busto y lo fundió en bronce en 1935, como encargo privado.
La familia Rodrigáñez tenía fuertes vínculos con Mariano Benlliure y conocía bien su obra por varios motivos. Por un lado, el escultor y la familia Rodrigáñez compartían vecindad en sendas fincas de la sierra madrileña y tenían buena amistad, a lo que hay que sumar los lazos que unían al escultor con la familia política de Rodrigáñez, pues Mariano Benlliure era amigo personal del abogado Félix Sánchez Eznarriaga, casado desde 1911 con Emilia, la tercera de los siete hijos que tuvo Rodrigáñez, a la que Mariano retrató en pintura en 1921 y en escultura en 1941. La relación era tan estrecha que incluso el escultor fue testigo de boda de la nieta del político en 1934. Pero, además, varios amigos y grandes admiradores del escultor estaban emparentados con la familia Rodrigáñez: por un lado, el conde de Romanones, Álvaro de Figueroa y Torres, que le encargó a Benlliure varios retratos familiares y a quien el escultor retrató en bronce 1929, y, por otro, Práxedes Mateo Sagasta, a quien Benlliure retrató en bronce en 1902, busto del que hizo seis ejemplares, entre ellos uno que poseyó el conde de Romanones y que, por herencia, llegó a la familia Rodrigáñez.
La datación de este busto coincide con el año de la muerte de Rodrigáñez, pero no se trata de un encargo póstumo dado que el retrato, ya fundido en bronce, fue expuesto en mayo de 1935 y el fallecimiento sucedió en agosto. Fue un encargo familiar, pues el busto, firmado y fechado, está dedicado en el lateral derecho de la base a la hija del retratado («A Emilia Rodrigáñez de Eznarriaga»). La obra lleva la marca de los fundidores madrileños Mir y Ferrero, con quienes Benlliure llevaba trabajando desde los años veinte. Se conserva la escayola original de este busto en colección particular, con una dedicatoria diferente.
A lo largo de su vida, y de entre todos los géneros escultóricos, Benlliure demostró una especial maestría en el género del retrato, en el que manifestó no solo su excelente capacidad técnica y una gran elegancia estética, sino especialmente su habilidad para la captación de la psicología del retratado y para la trasmisión, con el modelado, de las características anímicas del personaje.
Según avanzaba su carrera profesional, fue evolucionando en el diseño de los retratos para concentrarse fundamentalmente en los rostros, muy realistas, tratados con un sutil idealismo. En contraste, modelaba el cuerpo de los bustos con gran agilidad y una factura muy suelta, deliberadamente esbozada, obviando elementos accesorios, lo que en conjunto testimoniaba un estilo personal y un sello absolutamente propio. Estos elementos marcaron su carrera, sobre todo, en la década de los años veinte y principios de los treinta. En el curso de estos años Benlliure retrató en bronce a múltiples personalidades a las que apreciaba, como Vega-Inclán, Gregorio Marañón o el Conde de Romanones, un contexto de amistad en el que se inscribe el retrato de Rodrigáñez.
Por ello, la soltura y la libertad en el modelado del torso de este busto tienen que ver con la forma de trabajar el barro con espátula e incluso con los dedos, lo que depara una composición con formas anchas y alongadas. Su rostro, de gran realismo y viveza, responde con rigor a las facciones de Rodrigáñez, con su peculiar bigote. Benlliure se concentró en la elocuente expresividad de los ojos, como hacía con excepcional maestría, dejando la boca ligeramente entreabierta para hacer el rostro más veraz y natural, y presentó la cabeza ligeramente girada para darle dinamismo y mostrar una actitud más espontánea.
La primera biografía con el catálogo de obras de Benlliure, redactada en 1947 (un ímprobo trabajo de recopilación de imágenes de las esculturas de Benlliure), ofreció sin embargo un dato erróneo, ya que el busto fue fechado en 1916, quizá al relacionarlo con el cuadro antes mencionado, datación que siguieron otros autores.
Gobernador del Banco de España 1910 - 1911
Gobernador del Banco de España 1917 - 1919
Gobernador del Banco de España 1923
Era hijo de Hipólito Rodrigáñez Sagasta, primo de Práxedes Mateo Sagasta y de Isidora Mateo Sagasta, hermana a su vez de este. Estudió bachillerato en su localidad natal, Logroño, y la carrera de Derecho en la Universidad Central de Madrid, obteniendo la licenciatura en 1874. Como su tío Práxedes, fue redactor y director del diario La Iberia entre 1876 y 1883, desde donde difundió sus opiniones y participó del debate político. Contrajo matrimonio en 1883 con la hija del político y periodista José Sánchez Guerra, Emilia, a quien conoció en la redacción del diario. Desde su elección en 1881 como diputado por el distrito de Logroño, se convirtió en fiel colaborador de Práxedes Mateo Sagasta, que presidía entonces su primer gabinete de la Restauración. A partir de 1886 y hasta 1905 representó al distrito riojano de Arnedo en el Congreso. En 1905 pasó a ocupar una plaza de senador vitalicio.
En marzo de 1902 fue nombrado ministro de Hacienda, en el último Gobierno presidido por Sagasta. Fue un continuador de la política de su tío tras su muerte, alineándose con la facción de Eugenio Montero Ríos en su lucha por el liderazgo del Partido Liberal contra Segismundo Moret. Sus principales aportaciones se centraron en cuestiones relativas a la política económica y financiera, lo que le valió el nombramiento de gobernador del Banco de España en febrero de 1910. Abandonó el Banco de España en abril de 1911 al ser nombrado por segunda vez ministro de Hacienda, siendo uno de sus mayores logros la supresión del impuesto de consumos.
Volvió a ejercer como gobernador del Banco de España en dos ocasiones más, de noviembre de 1917 a abril de 1919 y de enero a septiembre de 1923. Desde allí se interesó por el desarrollo de la agricultura, la industria y el comercio nacional. Como diputado defendió la desaparición de determinados impuestos que impedían el desarrollo del comercio y la industria y el establecimiento de las Cajas de Ahorro Nacionales. En 1914 fue nombrado consejero de Estado.
Paralelamente a su faceta pública desarrolló una actividad profesional privada, formando parte de los consejos de administración de algunas compañías mercantiles, como la Sociedad General Azucarera de España y la Unión Alcoholera Española, de la que fue su presidente.
Aunque se instaló en Madrid, no dejó nunca de trabajar por su tierra, por lo que fue elegido presidente del Centro Riojano de Madrid en 1903. Bajo su mandato quedó inaugurada la Institución de Enseñanza de dicho centro, de carácter gratuito. Estaba en posesión de la Gran Cruz del Mérito Militar y la Gran Cruz de la orden de Carlos III.
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