Miserias de la guerra en un paisaje nevado
- 1891
- Óleo sobre tabla
- 23 x 34 cm
- Cat. P_274
- Adquirida en 1981
Con el característico estilo abocetado que Alejandro Ferrant empleó incluso en las grandes composiciones, como las del altar de la iglesia de San Francisco el Grande en Madrid, la pequeña tabla, adquirida en 1981 por el Banco de España, muestra toda su soltura de pincel y habilidad consumada para componer los temas. Destaca la precisión y sensualidad mórbida del desnudo del cadáver que yace en el centro de la composición, tratado con amplitud pese al tamaño de la tabla. La escena, muy bien compuesta, puede proceder temáticamente, más que de Callot o de Goya, como pudiera hacer pensar el título, de Gonzalo de Córdoba tras la batalla de Ceriñola, obra también conocida como Los dos caudillos de José Casado del Alisal (1866, Museo del Prado), en la que vemos al Gran Capitán contemplar dolorido el cadáver desnudo de su enemigo, el duque de Nemours, un cuadro que fue reproducido en el billete de cien pesetas emitido por el Banco de España en 1931.
La posición del cuerpo, en su escorzo violento evoca asimismo el que aparece en San Marcos liberando al esclavo de Tintoretto (1548-1566, Gallerie dell’Accademia, Venecia). Aunque la temática podría ser de total invención del autor, es posible considerar la hipótesis, dada la indumentaria de los personajes, de que se trate de una fantasía histórica relacionada con la reconquista, pues fue un tema muy estimado por los pintores académicos. En tal caso, serían inevitables las reminiscencias de un hecho dramático contemporáneo: la Guerra de África de algunas décadas atrás (1859-1860), que dejó una fuerte impronta en la memoria visual desde que fuera documentada, desde un punto de vista entre la crudeza y la épica, por Mariano Fortuny.
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