Lluna i ombra
- 1982
- Óleo sobre tabla (contrachapado)
- 40 x 43 cm
- Cat. P_333
- Adquirida en 1985
Uno de los valores más significativos de la obra de Perejaume lo constituye lo que Alexandre Cirici denominó la «Nova Renaixença», implícita en el valor semántico que poseen sus pinturas. Cataluña y lo catalán configuran una importante parcela de su quehacer artístico. Su pasado, su acción expansiva y comercial en el Mare Nostrum, receptor de culturas, pero también con un potencial culturalmente expansivo en el futuro, se aúnan en esta visión poetizada de un instrumento del pasado como es el barco de vela, que actúa también como señal metafórica del presente. Este lenguaje imaginario se expresa en el espacio cuadrado de la obra, en el que se penetra a través de una visión casi circular que nos conduce al leitmotiv repetitivo y opuesto en color: blanco y negro de los ancestrales barcos de vela, que parecen flotar en el reflejo blanco de la luna sobre el mar y en los mágicos azulones mediterráneos. El juego cromático y espacial conducen así a una visión caleidoscópica del mundo del pasado dominado por la nave, en la que la tierra, el agua y la inmensidad del cielo se funden en la unidad del círculo cósmico.
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