Colección
Le Corbusier con piña
- 2005
- Impresión directa en dibond
- 180 x 225 cm
- Edición 1/5
- Cat. F_103
- Adquirida en 2007
Se trata de dos de las pocas obras a las que Gonzalo Puch ha puesto título a lo largo de su trayectoria. Aunque sus inicios fueron pictóricos, su trabajo más conocido se centra en la fotografía y la instalación. Gonzalo Puch recrea escenarios efímeros que suele montar en su casa o en espacios que frecuenta, como las aulas en las que es docente en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca. Suelen ser escenografías a modo de pequeños y abigarrados paisajes de blancas y frágiles construcciones de cartón pluma.
Pero no hay trampa y sí mucho cartón en las fotografías de Puch: la ficción se muestra sin ambages. Irónico y cómico, la ciudad blanca e impoluta de grandes edificios y cruzada por autopistas voladas que construye en Le Corbusier con piña (2005) se vuelve surreal cuando de inmediato apreciamos que todo gira en torno a un frigorífico abierto, que las zonas boscosas son en realidad las macetas de casa y que la imagen se remata con una piña apoyada en un estante. Una piña gigante en la ciudad soñada por el arquitecto suizo, que creyó que el urbanismo de las ciudades y el diseño arquitectónico podían cambiar el mundo. Se alquilan, se venden, países, regiones, carreteras... (2005) es una fotografía que muestra la puesta en escena de una ciudad construida en su estudio con cachivaches, macetas, tierra, frutas y esferas que recuerdan la arquitectura ilustrada visionaria. Su título denuncia que en el paisaje todo está a la venta; de hecho, la ciudad y el campo construidos por Puch tienen carteles visibles de que son, y solo son, ofertas comerciales.
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