Colección
Judith con la cabeza de Holofernes
- c. 1610
- Óleo sobre lienzo
- 136 x 106 cm
- Cat. P_165
Se trata de una copia discreta de la célebre composición, datada originalmente entre 1610 y 1612, del florentino Cristofano Allori, obra que fue considerada en su tiempo, y a lo largo de todo el siglo XVIII e incluso en el Romanticismo, como una de las más bellas composiciones del arte italiano. El biógrafo de Allori, Filippo Baldinucci, cuenta detalladamente la historia del famoso lienzo para el cual sirvieron de modelo personas del entorno de artista. Como Judith, Mazzafirra, amante del pintor; como la anciana, la madre de la mujer; y el propio Allori, conocido por su «fisonomía no muy agradable», como Holofernes. En buena medida, la acogida entusiasta de la pieza y su fortuna crítica se deben a la lectura autobiográfica de esta que sugirió el poeta Giovanni Battista Marino, contemporáneo de Allori, de acuerdo con cierta tendencia de los pintores del Barroco italiano a dar relevancia a sus vivencias personales bajo la égida de un tema relevante y de narrativa reconocible.
El original de Judith con la cabeza de Holofernes se conserva en la Galleria Palatina del Palazzo Pitti de Florencia. El citado éxito determinó que el propio Allori hiciese alguna réplica, como la firmada y fechada en 1613, perteneciente en la actualidad a la Royal Collection Trust del Reino Unido. Otros ejemplares fechados en el seicento, algunos atribuidos al propio autor, se conservan en la Dulwich Picture Gallery de Londres (en formato mínimo, de solo unos 30 cm de altura), en el Palazzo Corsini (Gallerie Nazionali Barberini Corsini) de Roma, en la Netherlands Art Collection de Ámsterdam e incluso en España, donde la Colección Fundación Casa de Alba conserva una réplica de excelente calidad adquirida en Italia en 1818 (véase Alfonso E. Pérez Sánchez, Pintura italiana del siglo XVII en España. Madrid: Fundación Valdecilla, 1965, pág. 483).
La proliferación de copias de la composición de Allori durante los siglos XVIII y XIX es abundante, lo que supone una muestra del rotundo éxito tanto de un tema bíblico que alude al poder femenino contra la tiranía como de la vigencia a lo largo del tiempo de la aproximación naturalista, de corte caravaggiesco, por la que apostó Allori. Ya en 1846 el editor de Baldinucci indicaba que el cuadro era «famosísimo por las muchas copias que de él se han hecho y se hacen».
Comentario actualizado por Carlos Martín
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