Gabinete n.º 43 (Tillmans)

Gabinete n.º 43 (Tillmans)

  • 2006
  • Óleo sobre tela
  • 120 x 120 cm
  • Cat. P_821
  • Adquirida en 2021
Por:
Maite Méndez Baiges

Gabinete N.º 43 (Tillmans) es un óleo que a primera vista representa un bodegón tradicional, con un vaso sobre unos platos de cristal y un par de cucharillas parcialmente metálicas que sirven para que la pintura se recree en los reflejos, transparencias y brillos con la pericia habitual de los bodegonistas. Esos objetos se ven acompañados de frutas que permiten el juego de contrastes cromáticos, entre los que destacan los amarillos anaranjados, los azules y los granates. Todo ello aparece depositado sobre un mantel en el que también reposan algunos restos y una servilleta usada y arrugada. Reparar en el marco de la obra incita, sin embargo, a un reajuste de esta primera percepción, puesto que no coincide exactamente con los límites de la pintura. Dos franjas horizontales de color blanco separan la escena de sus respectivos marcos superior e inferior. Esto advierte sobre que la clasificación de este óleo dentro del género de la naturaleza muerta, sin más, podría inducir a confusión. De hecho, la obra recrea en pintura una fotografía del artista de origen alemán Wolfgang Tillmans (premio Turner en el año 2000), quien, a su vez, tiene una amplia serie dedicada a fotografías de bodegones que le ha merecido la consideración de icono contemporáneo de este género. La pieza de Gamarra es, por tanto, una copia, una apropiación y también una traducción, del lenguaje de la fotografía al de la pintura al óleo, que conlleva la transformación semántica de la obra original. Incluso el aparente realismo de su pintura plantea un reexamen de este concepto fundamental para la historia del arte occidental; evoca sus posibles variaciones, que remiten siempre a los múltiples significados que puede asumir la imitación verosímil de lo real. Gamarra revisita en sus propuestas tanto el significado de esas nociones artísticas legitimadas por la historia, como el propio proceso de la percepción y el de reconocimiento de las grandes figuras del arte contemporáneo, como, en este caso, el de Tillmans, uno de cuyos bodegones, New L.A. Still Life, de 2001, forma parte de la Colección Banco de España.

Esta obra de Gamarra se encuadra dentro de la serie Gabinete, una de sus líneas de trabajo, con la que propone un diálogo entre su propia pintura y el arte en cuanto imagen y objeto de exhibición y mercancía. La serie consta de pinturas basadas en la apropiación de la obra de distintos artistas, como Manet, Modigliani, el Bosco, Olafur Eliasson, Dan Graham, Andrés Serrano o Franz West, que acaba por constituir una suerte de colección de «pintura museable». En algunas ocasiones, estos cuadros se acumulan en las paredes de una instalación que, junto a otros muebles y objetos, recrea una cámara de coleccionista que también contiene otras pinturas donde aparecen stands de ferias de arte, salas de museos y sus espectadores. Con ello, arma una reflexión sobre los elementos que conforman el sistema del arte: sus formas de exhibición, las actitudes de su público, sus modos de recepción y consumo, y el carácter de puesta en escena que tiene todo espacio expositivo. Pero también cuestiona las nociones de la originalidad de la obra de arte, de la autoría, de la copia o la apropiación. La obra de Gamarra se interesa por la tecnología de la mirada y el carácter jerárquico y codificado de los discursos expositivos.

En algunos de sus bodegones la artista combina el lenguaje pictórico con el verbal, y así, en uno de sus cuadros, sobre una representación de flores medio ocultas tras una cortina, se puede leer: «La naturaleza muerta es el límite hecho cuadro». Mientras que uno de sus óleos de paisaje contiene otro motto significativo sobre la pintura: «Un cuadro es como un espejo de la naturaleza que hace que cosas que no existen aparentemente existan realmente y que engaña de una manera amablemente aceptable y honorable».

Maite Méndez Baiges

 
Por:
Maite Méndez Baiges
Sandra Gamarra
Lima 1972

Vive y trabaja actualmente en Madrid. Estudió Bellas Artes en la Pontificia Universidad Católica de Perú, en la especialidad de Pintura, y posteriormente realizó estudios de doctorado en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Cuenca.

Sus propuestas artísticas suelen combinar la pintura figurativa con la instalación, por medio de las cuales cuestiona el sistema artístico de cuño occidental y reflexiona sobre los mecanismos hegemónicos de producción y consumo de las imágenes. En el año 2002 creó un proyecto de museo itinerante, el LiMac (www.li-mac.org), que adopta las formas de archivo, apropiaciones, copias o réplicas de otras obras, muestras de distintos artistas, publicaciones y libros de artistas, simulaciones de catálogos, proyectos arquitectónicos y toda la parafernalia propia del merchandising museístico. Se trata de una respuesta al vacío institucional de Perú en el ámbito del arte contemporáneo.

La pintura figurativa suele adoptar en sus proyectos la forma de una estrategia especular al servicio del cuestionamiento de los formatos y discursos expositivos. La propia noción de arte contemporáneo, ha explicado la artista, es ya de por sí occidental, y por eso su investigación se dirige hacia una confrontación de los conceptos asociados a esa noción con las producciones culturales latinoamericanas, en las que a menudo la traducción y la copia son prácticas fundamentales para invocar la memoria de un objeto, y, de este modo, para la construcción de relatos históricos alternativos, no sujetos necesariamente a un imperativo cronológico lineal. En su obra confluyen las culturas nativas y mestizas con los modos de representación y dominación coloniales. Géneros legitimados dentro de la historia del arte occidental, como el paisaje, el bodegón o el autorretrato, se someten a una resignificación o recontextualización. Y el imaginario de otros artistas se entremezcla con el de la propia Gamarra. En la exposición «Buen gobierno» (exhibida en la Sala Alcalá 31 de Madrid y el Centro Galego de Arte Contemporánea, 2022), presenta un proyecto colaborativo con propuestas de otros artistas que ponen en evidencia la carga colonial de la mirada que la tradición de la pintura occidental contribuye a perpetuar, así como el origen español de las naciones latinoamericanas y la necesidad de revisar el «buen gobierno» de ambos legados.

Las formas de representación de la naturaleza y de la cultura a través de los puntos de vista impuestos por los paradigmas de la ciencia y el arte europeos son una constante en las propuestas con una perspectiva decolonial y de género que Gamarra lleva desarrollando desde finales de los años noventa hasta la actualidad. Una de sus series más recientes, Reconstrucción, de 2021, presenta óleos sobre papel que combinan objetos o fragmentos arqueológicos prehispánicos con diferentes especies de plantas latinoamericanas, como si se tratase de las láminas de dibujo de un libro híbrido, surgido de la mezcla de libros de botánica con manuales de arqueología.

Su obra forma parte de colecciones españolas> e internacionales como el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo ArTIUM de Vitoria-Gasteiz; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid; el MUSAC de León; el MACBA de Barcelona; el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo de Valladolid; el Hamburger Bahnof de Berlín; la Tate Modern de Londres; el MALI-Museo de Arte de Lima; el Museu de Arte do Río (MAR) de Río de Janeiro; y el MoMA de Nueva York, entre otras. Y se ha expuesto en la XI Bienal de Berlín, en la XXIX de São Paulo, en la LIII de Venecia, en la Galería Juana de Aizpuru, en la Sala Alcalá 31 y en el Centro Galego de Arte Contemporánea.

Maite Méndez Baiges

 
«Gabinete», Galería Juana de Aizpuru (Madrid, 2006). «Flores y frutos. Colección Banco de España», Banco de España (Madrid, 2022-2023).
VV. AA. Flores y frutos. Colección Banco de España, Madrid, Banco de España, 2022.