Études 10, 11 y 12 Debussy

Études 10, 11 y 12 Debussy

  • 2002
  • Pintura sintética sobre lienzo (retor moreno) sobre tabla (contrachapado) (Tríptico)
  • 160 x 390 cm
  • Cat. P_702
  • Adquirida en 2004
Por:
Jorge Pallarés

Esta serie busca un paralelismo con unas obras maestras de Debussy, sus Douze études, que en palabras del propio músico constituyen una llamada de atención a los pianistas que quieran dedicarse al oficio, ya que deberán tener grandes aptitudes para poder interpretarlas. En el caso de las pinturas está presente el desafío del artista ante sí mismo de avanzar en su destreza y a la vez desarrollar doce piezas que compongan un conjunto, aunque esté formado por miembros diferentes. El carácter musical, rítmico, de su propuesta se mezcla con su temática.

En Études 10, 11 y 12, tres lienzos de elegante sencillez y delicadeza, se puede apreciar la enorme amplitud de su obra. El uso cromático, negro, verde y blanco, nos acerca a uno de sus claros referentes: las pinturas negras de Mark Rothko. Ahora bien, si en las obras de Rothko se palpa la tensión entre los diferentes campos de color, en la pintura de Nico Munuera, estos conviven de forma armónica, entregada, en un movimiento que parece no tener fin. Aunque, sin saberlo, el fin es precisamente el origen de su existencia.

Jorge Pallarés

 
Por:
Beatriz Herráez
Nico Munuera
Lorca (Murcia) 1974

La contraposición entre la factura artesanal —materiales y técnicas tradicionales— y la ejecución industrial —la serialidad y la reproductibilidad de la imagen— constituyen elementos claves de las pinturas de Nico Munuera. Sus obras requieren de una mirada sosegada, sin prisas, que se detiene en los detalles, aunque esto no signifique que estos se reproduzcan como tales en sus imágenes. Se trata de geografías y paisajes construidos mediante superposiciones de campos de color que interrogan a quienes los contemplan en una experiencia que no garantiza certezas.

En sus últimas presentaciones Munuera ha abandonado las grandes superficies blancas de pintura, rasgada con brochazos de color, que caracterizaban series como las expuestas en «My Ross Island» (2011), por el empleo de una gama cromática más amplia en la que «nos traslada a ese enclave físico e interior recurrente que habita el artista», tal y como se define el giro operado en la muestra «Isla de Boneless» (2016). De la primera isla —Ross—, localizada en la Antártida y cuyas fotografía de hace más de un siglo sirven al autor como imágenes para empezar su investigación pictórica, a este segundo islote, construido a partir de fragmentos de una observación más íntima, el recorrido trazado por Munuera es una exploración exhaustiva de las posibilidades de la disciplina.

Nico Munuera ha expuesto regularmente en las galerías madrileñas Max Estrella y la Caja Negra y en Rafael Ortiz (Sevilla). Entre las becas y premios que le han sido concedidos se encuentra la Beca de Creación Artística CAM en Berlín (2011) y la Beca de Artes Plásticas del Colegio de España en París (2003). Su trabajo ha formado parte de muestras colectivas en la Fondazione Giorgio Cini (Venecia, Italia, 2015); el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (2015); y el Instituto Cervantes de Múnich (2014).

Beatriz Herráez

 
 
VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 3.