Efectos especiales

Efectos especiales

  • 1974
  • Acrílico sobre tabla
  • 121,7 x 99,4 cm
  • Cat. P_523
  • Adquirida en 1993
Por:
Beatriz Herráez

Fechada un año antes de su primera muestra individual en la Galería Buades en Madrid, Efectos especiales (1974) pertenece a la etapa en la que la pintura de Chema Cobo dialoga directamente con la propuesta de la nueva figuración madrileña a través de su participación en exposiciones colectivas como «La casa que me gustaría tener» celebrada en la Galería Amadís en Madrid en 1974.

Efectos especiales es una obra temprana en la que ya despuntan algunos de los temas que definen la pintura del autor: lo lúdico, las trampas y simulacros, los espacios ilusorios y oníricos que evocan la mirada del surrealismo y el interés por lo literario. La aplicación de una pincelada enérgica y el uso de tonos pasteles, vaporosos, son asimismo fundamentos de gran parte del hacer del artista. Paisajes fabulosos que se materializan en espacios evocadores. En Efectos especiales el pintor recurre a lo que se convertirá en un motivo frecuente en su pintura, la piscina. El centro de la composición se encuentra ocupado por la figura de un buzo que se dirige hacia el espectador, un protagonista extraño que parece más propio de otros territorios acuáticos como las profundidades marítimas.

Las confusiones entre la imagen y la palabra — son de gran importancia los títulos de las obras—, los dobles sentidos y los efectos perversos de la representación son igualmente cuestiones que estructuran y atraviesan la propuesta del pintor. En relación a este diálogo entre realidad y ficción, el autor afirmaba en un texto escrito con motivo de una muestra organizada en la Galería Antonio Machón en Madrid: «En mi caso pintar es negar y borrar. Me interesa la desnudez seductora de la nada como punto de partida. Tristan Corbière decía que hay que pintar únicamente lo que nunca se ha visto, lo que nunca se verá». Una frase del poeta simbolista francés que define esa dualidad ambigua y el territorio fantasmagórico en el que nos introducen muchas de las imágenes propuestas por Cobo. Elementos que ya es posible encontrar en una obra tan prematura como Efectos especiales.

Beatriz Herráez

 
Por:
Roberto Díaz
Chema Cobo
Tarifa (Cádiz) 1952

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Madrid (1970-1974). En 1975 expuso en la Galería Buades de Madrid, y desde entonces pasó a formar parte del núcleo de pintores de la denominada «nueva figuración madrileña». A partir de 1980, se trasladó a vivir a los Estados Unidos; allí conecta con la transvanguardia y el neoexpresionismo. La singularidad de Cobo estriba en la combinación de dos tendencias, la del arte conceptual que juega con la naturaleza de la representación y la de la pintura figurativa que se concentra en jugar con lo representado. En sus inicios en los años setenta aborda la pintura de forma lúdica; en los ochenta, recurre a la retórica de «lo sublime» y a la alegoría barroca, escenificando teatralmente las relaciones entre cultura y memoria.

A principio de los noventa, un joker actúa como el maestro de ceremonias, presentando la obra de una forma que recuerda, en cierto modo, al Loplop de Max Ernst, revelando el artificio de las pinturas. Las palabras permiten a Cobo ir aún más lejos, enfrentando los elementos verbales con los visuales. Actualmente sus preocupaciones se centran en la crisis tanto de la imagen como de su representación.

A lo largo de su dilatada trayectoria artística se le han concedido importantes becas, como la del Ministerio de Cultura de España (1979), la Beca de la Fundación Juan March (1980) o la del Comité Hispano-Norteamericano como artista residente en el PS1 MoMA (Nueva York, 1981-1982). En 1994 recibió el Premio Andalucía de las Artes Plásticas, y en 1998 el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla le dedicó una exposición individual en su inauguración. Su obra ha tenido un amplio reconocimiento internacional desde los años ochenta, con importantes muestras individuales, entre las que destacan las celebradas en el Kunstmuseum Berna (1986); la Mezzanine Gallery of the Metropolitan Museum (Nueva York, 1987) o el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (2009).

Roberto Díaz

 
«De Goya a nuestros días. Miradas a la Colección Banco de España», Musée Mohammed VI d'Art Moderne et Contemporain (Rabat, 2017-2018).
Yolanda Romero e Isabel Tejeda De Goya a nuestros días. Miradas a la Colección Banco de España, Madrid y Rabat, AECID y FMN, 2017. VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 2.