Colección
Días de junio IV
- 1990
- Acero corten patinado
- 233 x 300 x 86 cm
- Cat. E_90
- Adquirida en 1992
La colección Banco de España posee una nutrida representación de obras de Pablo Palazuelo. Estos fondos atraviesan de forma temporal casi todas las décadas de su producción —desde los años sesenta hasta los años noventa— y muestran las variadas disciplinas con las que el artista madrileño expresó su honda y poética idea de la abstracción: dibujo, pintura y escultura y, dentro de esta, también su diseño de obras para espacios públicos (Días de junio IV, 1990).
Desde sus años en París, Pablo Palazuelo se propuso analizar el mundo material a partir de la geometría, al mismo tiempo que se interesaba por la espiritualidad, la cábala, la metafísica y el pensamiento oriental, lo cual se traducirá a lo largo de su trayectoria no solo en la pureza y minimalización de formas y colores, sino también en los títulos de las obras. Por ejemplo, Mandala IV (1966) hace referencia a los dibujos budistas e hindúes que representan el universo a partir de un círculo dentro de una forma cuadrangular; por su parte, Monroy V (Yantra) (1985) aúna un dato biográfico —la localidad cacereña en la que Palazuelo pasó una buena parte de su vida— con otra palabra en sánscrito que se refiere a una forma geométrica que debe reconstruirse mentalmente durante la meditación. Geometría y misticismo se fusionaban en la obra de Palazuelo como dos cabos del mismo hilo.
Pero no solo lo místico está presente en su trabajo; también la naturaleza y la emoción que la vida latente en ella produce. Pablo Palazuelo hizo un uso reiterado de una forma sustentada en la línea que sufre visibles modificaciones: la hace crecer y decrecer rítmicamente, subrayando en ocasiones su centro, como en Mandala IV; Sub- Rose IV (1977); Monroy V (Yantra). De esta manera su trabajo remite a valores orgánicos, seres vivos en los que lo grande —el macrocosmos— y lo más pequeño —microcosmos— se identifican. Títulos como Sylvarum IV (bosque en latín), de 1987, ponen en evidencia la importante inspiración de la vida natural para las formas constructivas de Palazuelo. También hay obras en las que dicha replicación, como la energía, se genera interminablemente, como un eco con múltiples permutaciones, de nuevo como un ramaje, como es el caso de Grand dessin (1960), Sylvarum IV o Mo-Tseu II (1987); algo que también encuentra sus resonancias en las formas de la escultura (Días de junio IV).
Más obras de Pablo Palazuelo