Colección
La escultura que custodia el Banco de España es una gran copa de bronce dorado que presenta doble cáliz, reposa sobre un alto fuste y un único pie. Pertenece a una serie de recipientes realizados por Eva Lootz a principios de la década de 1990, que expuso en 1992 en la Galería Juana de Aizpuru. En esta muestra, que experimentaba con los valores escénicos de los objetos, se presentaron también otras copas dobles, como una en la que la dualidad estaba presente en sus dos materiales claramente contrastados, el bronce y el aluminio.
Las esculturas, cuya lectura primera era clara —eran copas—, jugaban con la capacidad icónica y metafórica que poseen los objetos cotidianos a la vez que introducían el tema de la duplicidad y del doble. Este tema aparece con frecuencia en la literatura universal, desde Aristófanes hasta Robert Louise Stevenson, quien lo trata en su novela El extraño caso del doctor jekyll y Mr. Hyde. La artista afirma, sin embargo, que no tenía en mente ninguna referencia literaria, simplemente el hecho de la duplicidad, «como cuando de niñas recogíamos en otoño los zurrones verdes de las castañas de Indias y veíamos que algunas en vez de un fruto contenían dos, del mismo tamaño y simétricas».
Si el tema del cuestionamiento de una identidad unívoca y fija estaba presente en las copas dobles, en las vasijas que pierden su contenido de arena el tema de la feminidad se vuelve más explícito. Es el caso de otras obras como Danaides o Tarea infinita, en las que unas manos de bronce que sobresalen de la pared sostienen embudos que pierden su contenido. Aquí la referencia a la figura de las Danaides de la mitología griega es más evidente —las Danaides, obligadas a desposarse, mataron a sus futuros esposos en la noche de bodas y fueron condenadas a acarrear agua en cantaros agujereados—. La referencia femenina de estas piezas conduce a ver metáforas visuales en los conos de las copas, senos e incluso vaginas: «Entre mis esculturas figuran numerosas copas y vasijas que aluden al tema del agujero que tiene que ver con la pérdida y la mujer». Es la primera vez que Eva Lootz trataba la cuestión de lo femenino en su trabajo, tema que ha ido adquiriendo cada vez más peso en su trayectoria.
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