Cascada

Cascada

  • 1988
  • Bronce pintado
  • 151 x 87 x 80,5 cm
  • Cat. E_149
  • Adquirida en 2013
Por:
Beatriz Espejo

Cascada (1988) es una versión de la monumental escultura titulada Gran cascada instalada en el parque El Virrey de Bogotá en ese mismo año. Esta versión en menores dimensiones está realizada en aluminio y muestra el color rojo tan característico en su producción. Edgar Negret imprime la curva en el aluminio y en lugar de soldadura decide emplear remaches y tuercas a plena vista para sostener los paneles de colores vivos.

En esta obra alude a la idea de cascada y anudamiento que también trasladó a Paisaje agustino (1989). Ambos trabajos remiten a un fenómeno natural, aunque con diferencias en su definición simbólica, que es muy común en la región de San Agustín: el aroma de las numerosas cataratas que se despeñan desde gran altura, casi del todo ocultas por la exuberante vegetación tropical de esa zona andina, adivinadas únicamente por su fuerte olor a tierra mojada. La connotación mítica viene dada por el hecho de que, para los indígenas precolombinos de la región, el agua es un símbolo de muerte y fugacidad, como lo son también la serpiente y la luna. Negret parece buscar en esta mecánica Cascada la extraña simbiosis entre naturaleza y mito que, para los aborígenes, presentaban esas misteriosas caídas de agua que impregnaban la memoria del entorno.

Con esta obra, Negret se anticipa a lo que será su producción en la década de 1990. Trabaja incesantemente en una obra copiosa que se organiza en torno a la máquina, lo espiritual, la naturaleza y los ancestros, en la cual vuelve a sus raíces indígenas explorando las culturas de san Agustín, la cultura de Tierradentro de su nativo Popayán y, en particular, la estética y arquitectura de la ciudad inca de Machu Picchu.

Más allá del significado simbólico, se halla la búsqueda de componentes y reacciones emocionales, un motivo central en su trabajo: «Yo creo que en lo mío domina lo emocional. Todo está hecho de una estructura lógica, pero son los gestos los que me interesan». Cascada es un ejemplo de cómo el artista logra, a través de un manejo racional y estructural de la forma y los materiales, un efecto sensible y dinámico en la escultura.

Beatriz Espejo

 
Por:
Beatriz Espejo
Edgar Negret
Popayán 1920 - Bogotá 2012

Considerado uno de los escultores más destacados de la abstracción geométrica en Colombia, Edgar Negret Dueñas recibió una fuerte influencia de Jorge Oteiza desde sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Cali. Gracias a él adoptó nuevas ideas estéticas y conocimientos a través de libros y reproducciones sobre la obra de grandes escultores contemporáneos, en especial de Henry Moore. También supuso una revelación su viaje a París en 1953 para ver una retrospectiva póstuma de Julio González. En París también visitó los talleres de Constantin Brâncuşi y Jean Tinguely. En 1963 se instaló en Nueva York, donde inició la serie Aparatos mágicos, construcciones realizadas con piezas metálicas ocasionalmente móviles en las que evoca la moderna y compleja tecnología industrial. Un trabajo en el que empieza a trabajar con el ensamblaje de planchas y barras coloreadas que resultan fundamentales en su búsqueda estética. En ese momento, sus materiales de trabajo incluían el yeso, la cerámica, el acero y el hierro. A finales de la década de 1960, nuevamente en Colombia, su propuesta volvió a dar un giro al comprometerse con la realidad social, política e histórica del país, donde la inspiración proviene de una gran cantidad de fuentes, desde la exuberancia natural andina hasta los mitos y el compromiso directo con la cultura prehistórica. El aluminio será a partir de entonces parte fundamental de sus obras. En 1963 participó en el XV Salón Nacional de Artistas en Colombia y ganó el Primer Premio de Escultura. En 1966 obtuvo la Medalla de Plata en la Bienal de São Paulo y en 1967 volvió a obtener el Primer Premio en el Salón de Artistas Nacionales. En 1968 recibió el Premio de Escultura en la Bienal de Venecia.

Son muchas las exposiciones individuales que le han dedicado museos de todo el mundo, entre los que destacan el Museo de Arte Moderno de Bogotá (1965), el Museo de Arte Moderno de São Paulo (1966), el Museo de Bellas Artes de Caracas (1973), el Museo de Bellas Artes de Puerto Rico (1974), el Center for Inter-American Relations (Nueva York, 1976) o el Centro Cultural Conde Duque (Madrid, 1996). En 1985 se creó la Casa Museo Edgar Negret en Bogotá, que alberga gran parte de su legado. En 2010 el Gobierno de Colombia lo condecoró con la Gran Orden Ministerio de Cultura, ocasión para la que se programó una importante retrospectiva en el Congreso de la República de Colombia.

Beatriz Espejo

 
 
VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 3.