Colección
Bacano
- 1998
- Pintura sintética y tiza sobre metal
- 94 x 70 x 6 cm
- Cat. P_653
- Adquirida en 2001
Federico Guzmán se considera a sí mismo, tanto como artista como ser humano, una extensión de la naturaleza, reflexión que vislumbra de manera evidente su producción de las últimas décadas.
En sus obras, experiencias vitales en lugares tan alejados como Sudamérica y el Sáhara Occidental se manifiestan de manera evidente. Podemos subrayar, especialmente por su buena representación en la colección, piezas que nacieron de sus vivencias en Colombia: una pintura que sigue los esquemas de la fotografía, Yagé (2000); un dibujo científico con tintes poscoloniales, Theobroma cacao (2000); el collage psicodélico La dueña de la yuca (2000); o Bacano (1998), dibujos y textos garabateados sobre un fondo con motivos que recuerdan a la selva y que hacen referencia a un lugar que para Guzmán estaba bacano, es decir, que era agradable.
La dueña de la yuca y Yagé pueden relacionarse con el ritual que se realiza en la tribu de los Mai Huna para pedir a los dioses una buena cosecha de yuca: el «dueño de la yuca» invita a vecinos, amigos y familiares a la cosecha de este tubérculo y se encarga de dirigir la cosecha y distribuirla; por su parte, la «dueña de la yuca», quien posee un papel parecido —si bien bajo la supervisión del marido—, actúa sobre las mujeres invitadas; y el consumo del yagé también forma parte de este rito. Para el cacao, presente en la pieza Theobroma cacao, Federico Guzmán huye de la representación del fruto, reduciéndolo a una mera hoja: el cacao forma parte de numerosos ritos religiosos, además de haberse usado como moneda y ser actualmente una gran fuente de riqueza del comercio de exportación.
En contraste, una obra más antigua, Blackboard jungle V, XI, I (1994), tiene relación con el uso de las pizarras, tan comunes en la obra de este artista por los años noventa: una pieza participativa, colaborativa, que invita a alumnos de secundaria a que plasmen frases, dibujos..., en definitiva, sus preocupaciones. Con el título hace referencia a una película de Richard Brooks realizada en 1955 que relata la historia de reinserción de alumnos violentos en un colegio público gracias a la mediación del profesor. La pieza se resuelve en una suerte de cartografía de las relaciones entre los alumnos de ese momento y lugar.
Comprometido tanto ecológica como socialmente, la pieza de la Colección Banco de España Sin título (2001) es una fotografía del dibujo de una planta hecho con espejos, en los que el artista se ve reflejado.
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