Fue uno de los más jóvenes de la llamada «nueva figuración sevillana» que revolucionó el panorama artístico español a finales de los años ochenta. Una primera estancia en Nueva York y otra posterior en Colombia, entre 1997 y 2000, lo llevó a ser consciente de la importancia de la naturaleza y del contexto social en el que se inserta la producción del artista y a ratificar su idea de que el arte debe ser una herramienta para cambiar la sociedad y, por tanto, debe tener carácter público y colectivo. En sus dibujos, pinturas, esculturas, instalaciones y performances utiliza diversas técnicas y materiales, que hacen referencia al propio contenido de las obras. Materiales que el hombre ha transformado y que Guzmán los devuelve a la naturaleza, con motivos donde se entrecruzan elementos naturales (las plantas como leitmotiv persistente), la cultura y la intrahistoria, presentados con humor, optimismo e ironía mediante asociaciones insólitas y juegos de escala que remiten a la estética surrealista, con el objetivo de recuperar una convivencia armónica entre las personas y su entorno más cercano. Sus últimos proyectos tienen una estrecha vinculación con el Sáhara, a través de ART ifariti, Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sáhara Occidental.
Su obra ha tenido una amplia cobertura en España, con exposiciones individuales en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla, 2001); la Fundació Antoni Tàpies (Barcelona 2001); la Fundación ”la Caixa” (Tarragona; 2003); el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Badajoz, 2013); el Palacio de Cristal, Museo Reina Sofía (Madrid, 2016); y el Museo San Telmo (Donostia/San Sebastián, 2016). También ha participado en exposiciones colectivas como las celebradas en el Museé d’art moderne de la Ville de Paris (París, 2001); el Kunsthalle Bern (Berna, 2002); el Fridericianum Kunsthalle (Kassel, Alemania, 2003); o en la exposición «Speed I», en el Institut Valencià d’Art Modern (València, 2007). Su obra se ha mostrado en eventos internacionales como la Bienal de Sídney (1990), la Bienal de Johannesburgo (1995) y la Bienal de Estambul (1997). En 2018 el Institut Valencià d’Art Modern de Valencià inauguró una exposición individual titulada «Federico Guzmán. Al borde del mundo».
Fue uno de los más jóvenes de la llamada «nueva figuración sevillana» que revolucionó el panorama artístico español a finales de los años ochenta. Una primera estancia en Nueva York y otra posterior en Colombia, entre 1997 y 2000, lo llevó a ser consciente de la importancia de la naturaleza y del contexto social en el que se inserta la producción del artista y a ratificar su idea de que el arte debe ser una herramienta para cambiar la sociedad y, por tanto, debe tener carácter público y colectivo. En sus dibujos, pinturas, esculturas, instalaciones y performances utiliza diversas técnicas y materiales, que hacen referencia al propio contenido de las obras. Materiales que el hombre ha transformado y que Guzmán los devuelve a la naturaleza, con motivos donde se entrecruzan elementos naturales (las plantas como leitmotiv persistente), la cultura y la intrahistoria, presentados con humor, optimismo e ironía mediante asociaciones insólitas y juegos de escala que remiten a la estética surrealista, con el objetivo de recuperar una convivencia armónica entre las personas y su entorno más cercano. Sus últimos proyectos tienen una estrecha vinculación con el Sáhara, a través de ART ifariti, Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sáhara Occidental.
Su obra ha tenido una amplia cobertura en España, con exposiciones individuales en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla, 2001); la Fundació Antoni Tàpies (Barcelona 2001); la Fundación ”la Caixa” (Tarragona; 2003); el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Badajoz, 2013); el Palacio de Cristal, Museo Reina Sofía (Madrid, 2016); y el Museo San Telmo (Donostia/San Sebastián, 2016). También ha participado en exposiciones colectivas como las celebradas en el Museé d’art moderne de la Ville de Paris (París, 2001); el Kunsthalle Bern (Berna, 2002); el Fridericianum Kunsthalle (Kassel, Alemania, 2003); o en la exposición «Speed I», en el Institut Valencià d’Art Modern (València, 2007). Su obra se ha mostrado en eventos internacionales como la Bienal de Sídney (1990), la Bienal de Johannesburgo (1995) y la Bienal de Estambul (1997). En 2018 el Institut Valencià d’Art Modern de Valencià inauguró una exposición individual titulada «Federico Guzmán. Al borde del mundo».