Tres fustes
- 1986
- Óleo sobre tabla (contrachapado)
- 50 x 102 cm
- Cat. P_325
- Adquirida en 1986
En muchas ocasiones, los paisajes del período inicial de Perejaume actúan como telones de teatro, en los que poetiza una imagen que parece extraída de la Ofelia de John Everett Millais o de las estampas de folletín decimonónicas. Sin embargo, estos sentimientos aparentemente nostálgicos, acaso por la iluminación irreal y fantástica, son transformados por el artista en una especie de inesperado truco a través del cual manifiesta la contrariedad de la idea, lo equívoco, la separación entre fondo y forma. De este modo, la representación nos transporta a un mundo de otra época, a una realidad intangible. La ejecución de la obra sobre tres paneles, en los que subraya la potencialidad plástica de la madera, pero también los bosques de Cataluña, y cuyas dimensiones presentan un ritmo crecientemente proporcional, así como el modo en que ha sido aplicado el color, en ocasiones con aerógrafo, muestran un lenguaje plástico que anuncia su plena inmersión en lo conceptual.
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