Reloj de sobremesa
BERTHOUD  (Atribuido a)

Reloj de sobremesa

  • c. 1830
  • Madera, limoncillo, bronce o latón, cristal, esmalte, metal. Tallado, dorado, fundido, esmaltado
  • 41,5 x 22,5 x 13 cm
  • Cat. R_53
  • Observaciones: Época Carlos X. Fabricado en Francia. En la esfera: «BERTHOUD À PARIS».
Por:
Amelia Aranda Huete

Este tipo de reloj es conocido como «pórtico». Cuatro columnas de madera, adornadas con filetillos de madera de limoncillo que simulan acanaladuras, soportan un entablamento decorado en el frente con marquetería que representa motivos vegetales. El basamento está ornamentado con el mismo diseño.

Las cuatro columnas encierran la esfera, el péndulo compensado y la máquina del reloj. La esfera es de esmalte blanco e indica las cifras horarias en números romanos. Las agujas son de tipo Breguet y presenta dos bocallaves. El marco que rodea la esfera es de bronce o latón dorado. De este mismo material es el péndulo, una lenteja muy decorada y embellecida con motivos florales.

La máquina de este reloj es de platinas redondas tipo París. El tren de marcha o movimiento mantiene el funcionamiento del reloj durante ocho días. Tiene escape de áncora y péndulo con compensación térmica. El tren de sonería es de horas y medias con sistema de rueda contadera. El número de serie del reloj es el 2042.

Este reloj pórtico está protegido por un fanal de cristal. Estos fanales se utilizaron en los siglos XVIII y XIX para proteger del polvo las cajas y las máquinas.

La firma en la esfera de este reloj (en parte borrada) lo vincula a una importante familia de relojeros franceses encabezados por Ferdinand Berthoud que comenzaron a fabricar relojes en el siglo XVIII. Pero el hecho de que parte de la firma esté borrosa nos indica que puede ser un añadido posterior. La firma se realizaba antes de la última cocción del esmalte para que no se pudiera borrar. También llama la atención que la platina trasera de la máquina no esté firmada.

Este modelo de reloj, creado durante el reinado de Luis XVI, se elaboró mucho en Francia durante el siglo XIX. Era un reflejo de la arquitectura grecorromana miniaturizada que tanto gustó a la sociedad de la época. Los primeros ejemplares se hicieron en bronce, mármol y cristal. Bajo la Restauración —y sobre todo durante el reinado de Carlos X—, fueron más simples y se manufacturaron sobre todo en madera chapeada. Se cubrían con fanales o guardapolvos de vidrio que evitaban que el polvo se posara sobre la maquinaria. Se han conservado muy pocos fanales, lo que concede a este reloj un valor añadido.

Amelia Aranda Huete

 

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