Reloj de sobremesa

Reloj de sobremesa

  • c. 1850
  • Bronce, porcelana, esmalte, metal, cristal. Cincelado, dorado, esmaltado, fundido. Máquina Francesa
  • 72,5 x 42 x 21 cm
  • Cat. R_4
  • Adquirida en 1976
  • Observaciones: Fabricado en Francia. Estilo Luis XVI. En la platina trasera, el número 37.
Por:
Amelia Aranda Huete

Carmen Moro [1] ofreció al gobernador del Banco de España este reloj de bronce y porcelana de Sèvres, estilo Luis XVI, con sonería; y otro de bronce y calamina con dos candelabros. Puede ser la guarnición que aparece en el catálogo con la referencia R_5.

En Francia, a finales del siglo XVIII, cobraron especial protagonismo las cajas de relojes fabricadas en porcelana de Sajonia, de Chantilly, de Limoges y, sobre todo, de Sèvres. Estos materiales ennoblecieron el diseño de estos objetos y se combinaron con esferas y motivos decorativos elaborados en bronce dorado. La fuerza cromática de los tonos empleados no fue más que una mera recreación y repetición de los modelos vistos en la pintura.

Los relojes más sobrios, de líneas rectas (como este ejemplar), fueron manufacturados a partir de 1840. Se adornaron con placas montadas en marcos de bronce y reproducían escenas variadas.

La caja de este reloj de sobremesa de bronce dorado está decorada con siete placas de porcelana que imitan la manufactura de Sèvres. En el frente del basamento, una escena campestre enmarcada en azul representa a seis personajes jugando a las cartas. Debajo de ella y en los laterales, otras tres placas que están embellecidas con pájaros. Sobre el basamento, un plinto soporta un cubo que aloja la esfera y la máquina del reloj. En su frente, otra placa de porcelana con flores y frutos y, en los laterales del cubo, dos más, con un pájaro cada una. Flanquean el cubo dos figuras sentadas, de bulto redondo, de bronce dorado, que personifican a dos niños —uno de ellos tocado con racimos de uvas— que sujetan con una mano una guirnalda de flores (falta una). Remata la caja la figura de bulto redondo de otro niño sujetando con ambas manos una guirnalda. El resto de la caja, de bronce dorado, está ornada con guirnaldas, flores, cintas enlazadas y motivos geométricos. Todo el reloj se sostiene por cuatro patas rematadas en pezuñas.

La esfera del reloj está realizada con cartuchos horarios esmaltados de blanco con las cifras en números romanos. En el interior, placa de esmalte blanco adornada con guirnalda de flores esmaltadas. Las agujas son de metal pavonado y están rematadas en un rombo. Dos bocallaves. Mantiene el viril con cristal para proteger la esfera.

La máquina es francesa con las platinas redondas. En la platina trasera, se aprecia el número 37. Cuenta con dos trenes. El tren de movimiento que mantiene la marcha del reloj durante ocho días dispone de motor de resorte y escape de áncora. El tren de sonería, de horas y medias.

Los fabricantes de cajas quisieron diferenciar en estas piezas la dureza del bronce dorado y la fragilidad de la porcelana. Los marchantes de arte adquirían la porcelana en las fábricas y se la entregaban a los broncistas para que las incluyeran en sus diseños. Al principio eran pequeñas esculturas de bulto redondo, flores de colores, etc., que completaban el motivo que decoraba la caja. Después se sustituyeron por placas de porcelana. Incluso la totalidad de la caja llegó a fabricarse en porcelana.

[1] Vivía en la calle del Torpedero Tucumán, n.º 13, de Madrid.

Amelia Aranda Huete

 

Actualmente sin biografía

 
Pierre Kjellberg Encyclopédie de la pendule française du Moyen Age au XX siècle., París, 1997.