Reloj de pared ojo de buey
- c. 1875
- Madera, nácar o madreperla, alabastro, esmalte, metal, cristal. Tallado, esmaltado, fundido
- 66 x 51,5 x 14 cm
- Cat. R_42
Este reloj de pared —denominado popularmente «ojo de buey» o «reloj de taberna»— tiene una caja de forma hexagonal elaborada en madera. El marco o fachada, de perfil sinuoso, manufacturado en madera que imita ébano, está adornado con madera teñida que simula caoba y con nácar. La esfera es una placa de alabastro. Los cartuchos horarios están esmaltados en blanco con las cifras horarias en números romanos en azul. Agujas de metal pavonado y dos bocallaves. Cristal que protege la esfera.
La máquina es del tipo denominado Morez. El tren de marcha tiene motor de resorte de ocho días de cuerda, escape de áncora y péndulo. El tren de sonería es de horas y medias. Conserva la llave.
Modelo muy popular que coincide con los realizados durante los reinados de Isabel II y Alfonso XII.
A mediados del siglo XIX se comenzaron a fabricar en Francia y en Suiza relojes con armazón o jaula de chapa de latón o de metal. Las chapas o platinas se unían por pilares de metal torneados. En el interior de la jaula, en vertical, se colocaron los engranajes. Estas máquinas evolucionaron hacia una mayor complejidad y se conocieron como «tipo Morbier-Morez», por la zona geográfica en la que se asentaron las fábricas.
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