Manuel Cantero de San Vicente
- 1882
- Óleo sobre lienzo
- 126 x 103,3 cm
- Cat. P_217
- Encargo al autor en 1882
Está firmado seis años después de que el modelo sirviera como gobernador del Banco de España y pertenece, junto con otros tres, a la serie de la que se encargó Rafael Benjumea en 1881- 1882 con objeto de contribuir a la formación de la galería de gobernadores de la institución. Dado que Manuel Cantero había muerto en 1876, esta obra necesariamente hubo de basarse en alguna efigie suya, quizá el retrato de busto que pintó el sevillano José de Ramill y que pertenece también al Banco de España. Su composición sigue los mismos criterios que guiaron las de sus retratos compañeros, en los que el autor no persigue la singularización, sino la unificación, tanto en lo que se refiere al entorno espacial en que están representados como al carácter tan oficial de sus vestiduras, o a sus poses y su lenguaje gestual.
Gobernador del Banco de España 1868 - 1876
Miembro de una familia de la burguesía mercantil vasca afincada en Madrid, durante sus primeros años se dedicó a la gestión de los negocios familiares. Militó en las filas del Partido Progresista, convirtiéndose desde muy temprano en uno de sus líderes. Fue alcalde de Madrid entre 1835 y 1836, y diputado y senador en varias ocasiones. Además, fue consiliario (consejero) del Banco de San Fernando entre 1846 y 1854.
Ocupó la cartera de Hacienda tres veces, siempre en gobiernos de gran inestabilidad. La primera, durante la semana del 24 de noviembre al 1 de diciembre de 1843, nombrado por Salustiano Olózaga, cuyo Gobierno apenas duró unos días más. La segunda vez, al estallar la Revolución de 1854, en el gabinete del duque de Rivas, en un mandato de apenas dos días, del 18 al 19 de julio. Su tercera vez como ministro de Hacienda fue durante el Gobierno del general O’Donnell, ocupando su mandato, esta vez, desde julio hasta septiembre de 1856, poco más de dos meses. Dimitió por la falta de apoyo de Isabel II a su propuesta de enajenación de los bienes eclesiásticos como remedio a los gravísimos problemas de la Hacienda. Apoyó la Revolución de 1868, formando parte de la Junta Superior Revolucionaria que dirigió el país hasta la formación del Gobierno del general Serrano. Por su decidido respaldo a la sublevación de 1868 fue gratificado con el cargo de gobernador del Banco de España, puesto que ocupó hasta su fallecimiento en diciembre de 1876.
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