Reloj de sobremesa con guarnición. Las cuatro estaciones del año

Reloj de sobremesa con guarnición. Las cuatro estaciones del año

  • c. 1780
  • Porcelana de Sitzendorf, bronce, esmalte. Cincelado, esmaltado, fundido, moldeado
  • 49 x 32 x 20 cm
  • Cat. R_16
  • Adquirida en 1975
  • Observaciones: Fabricado en Turingia, Alemania. En la platina del reloj, «N.º 1152». En el interior del pie de los candelabros, marca de la fábrica y una «B» dorada. Medidas candelabros: 47 x 29 x 17 cm c/un.
Por:
Amelia Aranda Huete

La caja de este reloj de sobremesa está realizada en porcelana y policromada en suaves colores. Cuatro figuras de niños, de bulto redondo, representan las cuatro estaciones del año: la primavera, con flores en la cabeza y una guirnalda en la mano; el verano, con un haz de espigas; el otoño, con racimos de uvas en la cabeza; y el invierno, cubierto con un manto, junto a una hoguera. Flores de porcelana cubren el resto de la caja.

En el centro de la caja, la esfera y la máquina del reloj. La esfera está rodeada por un marco de bronce dorado decorado con ovas cinceladas y ligeramente relevadas. Un viril con cerco perlado protege la esfera. El dial horario es de esmalte blanco que imita la porcelana y lleva las cifras horarias en números romanos. Los minutos, en números árabes, de cinco en cinco. Agujas originales de bronce dorado, la de las horas con perfil de flor de lis. Dos bocallaves.

Máquina francesa tipo París. El tren de movimiento mantiene la marcha del reloj durante ocho días. El escape es de áncora, y el sistema regulador es un péndulo. El tren de sonería es de horas y medias con campana. «N.º 1152» en la platina.

Los dos candelabros de porcelana también están decorados con parejas de niños, en bulto redondo, sentados sobre un tronco, que representan las estaciones del año. En uno de ellos, la primavera con un cesto de flores y el verano con un haz de espigas y una hoz de siega. En el otro, el otoño con racimos de uvas en la cabeza y un vaso en la mano, y el invierno, cubierto con un manto, se calienta las manos en una pequeña hoguera. De aquí parte el astil y el cuerpo de luces compuesto por cuatro brazos, adornados con hojas y flores, rematados en una arandela en forma de hoja y un mechero. Peana circular con cuatro volutas en resalte decoradas con insectos y flores. En el interior, marca de la fábrica y una «B» dorada. La marca son dos aspas que pertenecen a la fábrica de Sitzendorf, Turingia, Alemania.

Esta fábrica de porcelana está inspirada en la de Meissen. A comienzos de la segunda mitad del siglo XVIII, Turingia experimentó un auge que tuvo una gran repercusión en la industria de la porcelana en Europa. Esta región muy poblada de bosques era propicia para el establecimiento y el desarrollo de manufacturas de porcelana, ya que ofrecía a buen precio la leña que necesitaban estas fábricas. La composición de la pasta no es la misma que en Meissen o en Viena, y por esta razón es conocida como «pasta de Turingia».

En 1760, G. H. Macheleif consiguió la licencia para fabricar porcelana en Sitzendorf, pero en 1762 la fábrica fue trasladada a Volkstedt. En el siglo XIX, la porcelana de Turingia alcanzó su mayor desarrollo.

Amelia Aranda Huete

 

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