Francisco Santa Cruz
- 1881
- Óleo sobre lienzo
- 126 x 104 cm
- Cat. P_238
- Encargo al autor en 1881
El cuadro fue ejecutado en 1881 por encargo del Banco, muchos años después de que el gobernador cesara en su actividad. Entre 1881 y 1882 Benjumea realizó, posiblemente valiéndose de daguerrotipos o fotografías antiguas, los retratos de los gobernadores Victorio Fernández Lascoiti, Juan Bautista Trúpita y Manuel Cantero de San Vicente, que no se habían retratado después de sus respectivos gobiernos, con lo que se aprecia claramente la intención del Banco de contar con una galería iconográfica de gobernadores ininterrumpida. En este caso, representa a Francisco Santa Cruz con traje oficial, luciendo el Toisón de Oro y la banda y cruz de la orden de Carlos III. Para distinguirlo de otros retratos de la serie, Benjumea lo sitúa ante una columna, un tema frecuente en el retrato oficial anterior, pero que a partir de entonces se haría progresivamente más infrecuente.
Gobernador del Banco de España 1863 - 1866
Fue uno de los primeros jóvenes defensores de las ideas de la Constitución de Cádiz, incorporándose a la lucha política mediante su alistamiento en 1820 en la Milicia Nacional. Al restaurarse el absolutismo en 1823, se refugió en Griegos, en la sierra de Albarracín, Teruel, dedicándose a negocios particulares y haciendo una gran fortuna agrícola gracias a la desamortización. En 1851 fue elegido por primera vez diputado por el distrito de Albarracín, dentro de las filas del Partido Progresista. Formó parte del Gobierno progresista de Espartero como ministro de la Gobernación entre julio de 1854 y julio de 1855, y ministro de Hacienda en 1856 entre los meses de febrero y julio. En 1857 se unió al Partido Unión Liberal, formado por O’Donnell, como la mayoría de los antiguos progresistas. En 1858 fue nombrado presidente del Tribunal de Cuentas y poco después, senador vitalicio. Mantuvo una intensa actividad parlamentaria hasta la Revolución de 1868. Sucedió a Ramón Santillán como gobernador del Banco de España, cargo en el que permaneció desde noviembre de 1863 hasta abril de 1866. Formó parte de las Cortes Constituyentes de 1869, defendiendo ideas avanzadas, y apoyó la legitimidad de Amadeo de Saboya. Fue nombrado presidente del Senado en 1872. Se adhirió a la Restauración alfonsina, pasando a engrosar las filas del Partido Conservador de Cánovas, motor de la Restauración. Como senador vitalicio, mantuvo una intensa actividad en la Cámara Alta hasta su muerte.
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