Cabo Roche, atardecer con niebla

Cabo Roche, atardecer con niebla

  • 1986
  • Óleo sobre lienzo
  • 50 x 61 cm
  • Cat. P_348
  • Adquirida en 1987
Por:
Julián Gállego Serrano, María José Alonso

Al igual que en Patio de máquinas (1976) o Los chivaletes (1979), Joaquín Sáenz demuestra en esta obra su intensa preocupación por la luz y el espacio. En aquellos lienzos tomaba como pretexto el interior de su taller de tipografía, es decir, el lugar de su trabajo habitual, mientras que nos muestra su espacio de esparcimiento en Conil, donde pintaba con asiduidad. La silueta del promontorio se recorta en el amplio horizonte, en el que funde cielo y agua mediante el recurso de la perspectiva aérea. En primer término las formas cúbicas de la arquitectura popular, por las que el artista manifiesta un gran interés, se insinúan en blancos y en grises que apenas lo son, con una transcripción casi mágica de la luz cenital, tamizada por la niebla en la zona más meridional de España. La masa de verdes ha sido trabajada con una pincelada amplia y un color más diluido que en los años setenta, reforzando los contornos con colores puros.

 
Por:
Roberto Díaz
Joaquín Sáenz
Sevilla 1931 - Sevilla 2017

Destacado exponente del realismo lírico andaluz de la segunda mitad del siglo XX junto a otros artistas de su generación como Teresa Duclós o Carmen Laffón. De formación autodidacta, desde joven trabajó en el taller familiar de la imprenta Gráficas del Sur de la calle San Eloy de Sevilla, que se convirtió en tema principal de su pintura al inicio de su trayectoria artística en los años sesenta y que continuó en la década siguiente. De este entorno cotidiano e íntimo, Sáenz va a pasar a desarrollar el género paisajístico, con vistas de la campiña sevillana, representada con sobriedad, en el que destacan los colores terrosos, la luminosidad y síntesis de color de los paisajes de la costa gaditana, de localidades pintorescas como Vejer o de diversas vistas y rincones de la ciudad sevillana y del río Guadalquivir. A mediados de los setenta amplía el formato de sus obras a la vez que intensifica su preocupación por la captación de la luz, que desarrolla en las siguientes décadas, fiel a su estilo y concepción pictóricos. Destacan también sus obras dentro del género del bodegón y su labor como cartelista.

Desde su primera exposición individual en la Galería La Pasarela (Sevilla, 1968) ha realizado numerosas muestras en el panorama galerístico español, como en la Galería Theo (Madrid, 1973); la Galería Juana de Aizpuru (Sevilla, 1973); la Galería Biosca (Madrid, 1985, 1990, 1994); la Galería Fúcares (Almagro, 1981); o La Máquina Española (Sevilla, 1986). La Sala Villasis de la Fundación El Monte, en Sevilla, le dedicó una retrospectiva en 1993. Sobresale igualmente su participación en colectivas dedicadas al realismo, como «Realidades», en la Sala de Arte El Brocense (Cáceres, 1983), o al arte andaluz contemporáneo en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (1982), el Real Monasterio de San Clemente (Sevilla, 1992) o en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla, 2002).

Roberto Díaz

 
«Feria Internacional de Arte Contemporáneo», ARCO (Madrid, 1987).
VV. AA. Arco 87. Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Madrid, ARCO/Ifema, 1987. Alfonso E. Pérez Sánchez, Julián Gállego y María José Alonso Colección de pintura del Banco de España, Madrid, Banco de España, 1988. VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 3.