Antonio Goicoechea y Cosculluela
- 1944
- Óleo sobre lienzo
- 120,5 x 101 cm
- Cat. P_191
- Encargo al autor en 1944
Del retrato de Antonio Goicoechea y Cosculluela se encargó el reputado artista vasco Jesús Olasagasti, autor en ese género de obras de reconocida relevancia en su contexto, como el retrato de Díaz Caneja conservado en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, en el que la disciplina poscubista se alía con una sabrosa calidad pictórica. Sin embargo, el retrato del gobernador Goicoechea no presenta las calidades que sí muestra en otras obras. Es original, sin embargo, tanto por el punto de vista iconográfico como por sus connotaciones ideológicas, dado que se trata del primer gobernador de la entidad bajo el régimen franquista: recupera el uniforme y espadín olvidados durante la República, al tiempo que presenta al personaje en una combinación sorprendente, una atmósfera diurna y al aire libre, probablemente de su invención.
Gobernador del Banco de España 1938 - 1950
Licenciado en Derecho por la Universidad Central y letrado del Consejo de Estado en la misma oposición que Niceto Alcalá-Zamora, que sin embargo los conduciría hacia rumbos políticos muy distintos.
Ejerció la abogacía e inició su actividad política al afiliarse al Partido Conservador; en 1908 obtuvo acta de diputado. En 1913, cuando se rompió la unidad de los conservadores, siguió a Antonio Maura y fue uno de los dirigentes de las Juventudes Mauristas. En abril de 1919 ocupó la cartera de Gobernación en el Gobierno de concentración conservadora que presidió Maura. Dimitió por los duros ataques que recibió por manipulación en la organización de las elecciones. A la muerte de Maura lo sucedió en la jefatura del partido. Aceptó participar, a título personal, en la Asamblea Nacional Consultiva para la elaboración de la Constitución no nata de 1929. En la Segunda República desarrolló una intensa actividad política; en 1933 encabezó al grupo de monárquicos leales a Alfonso XIII que fundaron Renovación Española. En las lecciones de noviembre de 1933 fue uno de los portavoces de la Unión de Derechas y logró un acta de diputado por Cuenca, pero su partido pasó a tener un papel marginal frente al poder de la CEDA.
Tomó parte activa en la preparación del alzamiento contra el Gobierno en 1936; el 25 de julio se desplazó con Pedro Sainz Rodríguez a Roma para negociar el inicio de la ayuda italiana. Tomó posición a favor de Franco y en abril de 1937 disolvió Renovación Española en el partido único franquista. A partir de ahí se mantuvo en un plano político secundario. Fue gobernador del Banco de España desde 1938, en la zona franquista, hasta 1950; en 1938 fue nombrado comisario de la banca oficial. Con este cargo presidió los Bancos Hipotecario, Exterior y de Crédito Industrial.
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