50 kg. de yeso

50 kg. de yeso

  • 1994
  • Gelatina de plata sobre papel baritado
  • 226 x 150 cm
  • Edición 1/5
  • Cat. F_58
  • Adquirida en 2002
Por:
Isabel Tejeda

En diciembre de 1994, cuando Santiago Sierra estaba prácticamente en los inicios de su trayectoria, realizó una intervención en la calle Marqués de Corbera de Madrid que tuvo dos resultados: por un lado, una pieza de carácter performativo que contó para su realización con la colaboración involuntaria de los transeúntes; por otro lado, una versión fotográfica del evento, como suele ser común en la obra de Sierra: una fotografía en blanco y negro que funciona como obra autónoma y como documento, que recoge uno de los momentos finales de la acción.

50 kg. de yeso (1994) ponía en evidencia cómo en Madrid durante esos años se vivió un furor por la construcción de carácter meramente especulativo, cuyo resultado primero fue que se erigieron muchas más viviendas nuevas de las que el aumento de la población urgía. Si por las alturas se atisbaba en las ciudades españolas un bosque de grúas, a pie de calle eran comunes las manchas de arena o de yeso, no solo en las salidas de obra, sino también desparramadas por la calzada. El artista madrileño subrayó esta situación, entonces cotidiana, con un evento que la hacía más visible al vaciar sacos de yeso hasta un total de 50 kilos en la calle; esperó que los coches que pasaban fueran dibujando sobre el asfalto a un lado y a otro un dibujo blanco con sus distintos recorridos. La burbuja inmobiliaria estallaría una década después, por lo que esta pieza resulta visionaria desde una relectura actual.

Isabel Tejeda

 
Por:
Isabel Tejeda
Santiago Sierra
Madrid 1966

Estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid en los años ochenta. A principios de la década de 1990 realizó piezas con influencia minimalista y conceptual como Contenedor cúbico de 300 cm. de lado (1990), Muro de cemento cortado a 300 cm. de lado en su cara superior (1992) o 30 bloques de pan alineados (1996), al tiempo que ampliaba su formación en la Hochschule für Bildende Künste (1990 y 1991). Sus paseos por Hamburgo tuvieron reminiscencias de los de Robert Smithson por Passaic. Ya entonces se servía de lo que a posteriori será una tónica general en su producción: un título meramente descriptivo y el uso en paralelo de la documentación, ya sea videográfica o fotográfica, que recoja notarialmente el evento. En 1996 se trasladó a Ciudad de México y participó dos años más tarde en la Bienal de La Habana con una pieza que marcará la pauta de su trayectoria posterior: Línea de 30 cm. tatuada en una persona remunerada. En este evento comienza a poner en evidencia las estructuras de poder que sirven de base a los intercambios sociales y económicos. Sierra expone de forma crítica las situaciones de explotación que sufren aquellas personas de escasos recursos económicos que, para poder sobrevivir, tienen que aceptar trabajos humillantes, peligrosos o sin sentido aparente. Para ello, visibiliza fríamente estas situaciones de manera física: inscribe dicha explotación en los cuerpos de los trabajadores dejando en muchas ocasiones marcas como resultado de haber alquilado sus cuerpos. Uno de sus mejores trabajos fue su intervención en el Pabellón de España de la Bienal de Venecia (2003), en el que se impedía la entrada al recinto —por cierto, vacío— a todos aquellos que no demostraran la ciudadanía española con un documento oficial. De esta manera ponía en evidencia lo lábil que resulta el concepto de frontera y desacreditaba los privilegios de la nacionalidad. En este caso, el público era la pieza, tanto el que se quedaba fuera, como el que lograba entrar.

El artista madrileño ha expuesto de forma individual entre en otros museos y centros de arte en el Museo Carrillo Gil (Ciudad de México, 1996); el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (2006); la Tate Modern (Londres, 2008); el Museo de Arte Contemporánea (Vigo, 2009); el Reykjavik Art Museum (Reikiavik, 2012); o el Kunsthalle Tübingen (Tubinga, Alemania, 2013), entre otros. Ha participado en la Bienal de La Habana (1998) y la Bienal de Estambul (2013). En 2010 rechazó el Premio Nacional de Artes Plásticas.

Isabel Tejeda

 
 
Fabio Cavallucci y Carlos Jiménez Santiago Sierra, Trento, Silvana, 2005. VV. AA. Colección Banco de España. Catálogo razonado, Madrid, Banco de España, 2019, vol. 3.