
Patricia Esquivias crea un tapiz que conecta la Mesta y la Trashumancia con la historia del Banco de España
Emulando un dibujo pintado sobre una servilleta, Patricia Esquivias (Caracas, Venezuela, 1979) ha llevado a cabo un tapiz por encargo del Banco de España, donde a la vez que celebra los cien años de la publicación de La Mesta, estudio de la historia económica española 1273-1836, del historiador estadounidense Julius Klein, pone de relieve el carácter reivindicativo, no meramente folclórico, de la Fiesta de la Trashumancia. Lo hace, además, utilizando como escenario principal el Patio de Operaciones de nuestra Sede de Cibeles y haciendo referencia a uno de sus más emblemáticos elementos decorativos: la vidriera
de estilo art déco realizada por la Casa Maumejean.
Para saber más sobre los referentes, motivaciones y objetivos con los que ha trabajado a la hora de crear este tapiz, que ha sido producido en la Real Fábrica de Tapices, hemos conversado con su autora, cuyas obras se caracterizan por tener un marcado carácter conceptual y narrativo, desplegándose como proyectos de investigación histórica y artística crítica en los que lo poético confluye con lo político.
Vidriera art déco de la Casa Maumejean en el Patio de Operaciones del Banco de España | Detalle de la vidriera donde aparece la figura de un pastor
Patricia Esquivias nos explica que este tapiz se enmarcaría dentro de su grupo de obras que recuperan el trabajo realizado por otras personas en el pasado para "representarlo modificado, adaptado a las circunstancias actuales". En este caso, el punto de partida es la ya citada vidriera de Maumejean, instalada durante la primera ampliación del edificio de Cibeles en la década de 1930 y que cubre el gran Patio de Operaciones, bajo el cual se encuentra la célebre Cámara del Oro. En una esquina de esa vidriera, fruto de un "programa decorativo que realzaba el papel de la industria como la vía preferencial para el progreso", hay un pastor con "zamarra, zurrón, garrota, sombrero y dos ovejas".
La figura de este pastor ocupa la parte superior derecha del tapiz, donde también se hace referencia al libro La Mesta, estudio de la historia económica española 1273-1836, de Julius Klein —que, según Esquivias, es el "más amplio estudio sobre el Honrado Concejo de la Mesta", "cuyo fin, en 1836, coincide con el inicio de la industrialización en España" — , así como a la Fiesta de la Trashumancia, en la que pastores llegados de distintas partes de España ocupan con sus rebaños las calles del centro de Madrid para reivindicar su derecho de paso por las cañadas reales. Un evento, por tanto, con un profundo sentido político, aunque a veces se vive y presenta mediáticamente como una mera fiesta folclórica.
Imagen del tapiz realizado por Patricia Esquivias
La artista imagina y recrea en el tapiz una escena que tiene una gran carga simbólica. Durante la celebración de una Fiesta de la Trashumancia, en el momento en el que los rebaños llegan a Cibeles por la calle Alcalá, el pastor de la vidriera de Maumejean recupera su voz y llama a las ovejas para que entren dentro del Banco de España. De este modo, el Patio de Operaciones queda invadido por un grupo de ovejas, algunas de ellas tejidas con hilo dorado, aludiendo metafóricamente a una época en la que la lana ovina era considerada el "oro de España".
En el tapiz también vemos la figura de un pastor actual que Patricia Esquivias representa ataviado con una chaqueta en la que aparece el anagrama de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Esta antigua manufactura real —donde a finales del siglo XVIII se tejieron los Cartones de Goya, con sus escenas bucólicas y rurales al gusto del rey Carlos III— es el lugar en el que se ha fabricado el tapiz. "Me parecía esencial producir el tapiz de forma local", nos subraya Esquivias, "manteniendo la tradición de encargos artísticos del Banco y contando con la pericia de los empleados de la Real Fábrica de Tapices trabajando con lana española".
Hay otro elemento de la vestimenta de este pastor que nos llama la atención. Patricia Esquivias lo retrata con una especie de mascarilla improvisada, "aunque también podría ser un pañuelo vaquero", nos aclara. Este detalle pone en primer plano el peculiar contexto en el que la obra ha sido producida. Un contexto de "fiestas canceladas" (ha sido la primera vez, desde su creación en 1994, que la Fiesta de la Trashumancia no se ha podido llevar a cabo), pero en el que también se ha puesto de relieve la importancia que tiene el invisibilizado e infravalorado trabajo rural, incluyendo la actividad pastoril, para el sostenimiento y reproducción de la vida en las sociedades post-industriales.