La barcelonesa Susana Solano cursó estudios en la Facultad de Bellas Artes de su ciudad natal, centro del que llegó a ser docente.
Solano pertenece a la generación de artistas de la que fue llamada «nueva escultura española», quienes, en la década de 1980, entendían la escultura no exclusivamente en su objetualidad, sino en las relaciones que esta mantenía con el espacio en el que se encontraba; estas exploraciones la han llevado a colaborar con arquitectos como Rafael Moneo o Guillermo Vázquez Consuegra, entre otros. Susana Solano ha enriquecido su práctica tridimensional con la exploración de otras disciplinas como el vídeo, la fotografía o la instalación. Para ello se ha servido de todo tipo de materiales, desde aquellos que pertenecen a la tradición vanguardista, como el hierro, hasta otros de cariz más instrumental, como el yeso, el plomo o la malla metálica, explorando, en este sentido, sus diversas posibilidades constructivas.
El trabajo de Susana Solano se convirtió desde los años ochenta en un referente de la obra tridimensional en España con el uso de unos materiales, tamaños y pesos que prácticamente habían sido de uso exclusivo de los escultores varones. Sus objetos, si bien crean contrastes entre lo artificial, lo mecánico y lo industrial en lo que respecta a las formas resultantes, también poseen un fuerte carácter simbólico a través del cual la artista deja vislumbrar tanto sus preocupaciones personales como sus vivencias o la importancia de su propio cuerpo.
Susana Solano ha recibido importantes galardones, como el Special Prize, otorgado por The Utsukushi-Ga-Hara Open Air Museum, Tokio (1985), el Premio Nacional de las Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de España (1988), el Premio Tomás Francisco Prieto de la Real Casa de la Moneda (2011) o el Premio GAC (2015). Su obra ha sido expuesta en la Fundació Joan Miró (Barcelona, 1980); el Städisches Museum Abteiberg Mönchengladbach (Alemania, 1989); el Museo Reina Sofía (Madrid, 1992); la Whitechapel Art Gallery (Londres, 1993); la Fundaçao de Serralves (Oporto, Portugal, 1997); el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (1999); el Palacio de Dar-al Horra (Granada, 2001); el Museum of Modern Art (Nueva York, 2006); la Galería Helga de Alvear (Madrid, 2007); el Irish Museum of Modern Art (Dublín, 2011) o la Fundació Suñol (Barcelona, 2014). Ha participado en importantes eventos internacionales como Documenta 8 y 9 (Kassel, Alemania, 1987 y 1992); la Bienal Internacional de São Paulo (1987); el Skulptur Projekte (Münster, Alemania, 1987); el Carnegie International (Pittsburgh, Estados Unidos, 1988); y la Bienal de Venecia (1988 y 1993).
La barcelonesa Susana Solano cursó estudios en la Facultad de Bellas Artes de su ciudad natal, centro del que llegó a ser docente.
Solano pertenece a la generación de artistas de la que fue llamada «nueva escultura española», quienes, en la década de 1980, entendían la escultura no exclusivamente en su objetualidad, sino en las relaciones que esta mantenía con el espacio en el que se encontraba; estas exploraciones la han llevado a colaborar con arquitectos como Rafael Moneo o Guillermo Vázquez Consuegra, entre otros. Susana Solano ha enriquecido su práctica tridimensional con la exploración de otras disciplinas como el vídeo, la fotografía o la instalación. Para ello se ha servido de todo tipo de materiales, desde aquellos que pertenecen a la tradición vanguardista, como el hierro, hasta otros de cariz más instrumental, como el yeso, el plomo o la malla metálica, explorando, en este sentido, sus diversas posibilidades constructivas.
El trabajo de Susana Solano se convirtió desde los años ochenta en un referente de la obra tridimensional en España con el uso de unos materiales, tamaños y pesos que prácticamente habían sido de uso exclusivo de los escultores varones. Sus objetos, si bien crean contrastes entre lo artificial, lo mecánico y lo industrial en lo que respecta a las formas resultantes, también poseen un fuerte carácter simbólico a través del cual la artista deja vislumbrar tanto sus preocupaciones personales como sus vivencias o la importancia de su propio cuerpo.
Susana Solano ha recibido importantes galardones, como el Special Prize, otorgado por The Utsukushi-Ga-Hara Open Air Museum, Tokio (1985), el Premio Nacional de las Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de España (1988), el Premio Tomás Francisco Prieto de la Real Casa de la Moneda (2011) o el Premio GAC (2015). Su obra ha sido expuesta en la Fundació Joan Miró (Barcelona, 1980); el Städisches Museum Abteiberg Mönchengladbach (Alemania, 1989); el Museo Reina Sofía (Madrid, 1992); la Whitechapel Art Gallery (Londres, 1993); la Fundaçao de Serralves (Oporto, Portugal, 1997); el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (1999); el Palacio de Dar-al Horra (Granada, 2001); el Museum of Modern Art (Nueva York, 2006); la Galería Helga de Alvear (Madrid, 2007); el Irish Museum of Modern Art (Dublín, 2011) o la Fundació Suñol (Barcelona, 2014). Ha participado en importantes eventos internacionales como Documenta 8 y 9 (Kassel, Alemania, 1987 y 1992); la Bienal Internacional de São Paulo (1987); el Skulptur Projekte (Münster, Alemania, 1987); el Carnegie International (Pittsburgh, Estados Unidos, 1988); y la Bienal de Venecia (1988 y 1993).