Si bien Sara Ramo finalizó sus estudios superiores de Bellas Artes en España, muy pronto se trasladó a Brasil, país en el que reside la mayor parte del año desde entonces. En 2007, la publicación sobre arte contemporáneo internacional Ice Cream, de Phaidon, la incluyó entre el selecto listado de los cien artistas emergentes considerados con más proyección en ese momento.
La artista madrileña parte de elementos de la vida cotidiana que ven transformado su sentido a partir de recursos lúdicos y lingüísticos. Como ella misma ha declarado: «Más que pertenecer a lo cotidiano, mis obras lo transforman». De hecho, elementos comunes como un periódico o un calendario se ofrecen tras su manipulación como objetos ajenos, si bien no acaban de perder su ligazón con lo reconocible. En este sentido, la metamorfosis del objeto no remite exclusivamente a un discurso formalista, sino que pretende, a partir de la extrañeza, del cambio de sentido, que volvamos a sensibilizarnos ante aquello que, de tan visto, interpretamos como banal. De esta manera, Ramo hunde sus raíces en un arte que, escasamente positivista, se basa en lo no consciente, en lo místico, en lo absurdo e incluso en lo mágico, y que tiene referentes substanciales en el ready- made aidé de la tradición dadá y duchampiana, que se apoya en la potencia creativa del azar. Otra tradición en la que sustenta su obra es en el arte brasileño de los años setenta.
Sara Ramo ha tenido presencia en la Bienal de Sharjah (Emiratos Árabes, 2013), en la Bienal de Mercosul (Porto Alegre, Brasil), en la Bienal de Venecia de 2009 y en la Bienal de São Paulo de 2010. Ha realizado exposiciones individuales en The Photographer’s Gallery (Londres, 2009-2010); Espacio de Arte Contemporáneo de Almagro (Ciudad Real, 2011); Matadero (Madrid, 2014); Centre d’Art la Panera (Lleida 2014-2015); Centro Cultural Banco do Brasil (São Paulo, 2005); Centro Dos de Mayo (Madrid, 2012); la Fundaçao Eva Klabin (Río de Janeiro, 2012); la Sala Alcalá 31 (Madrid, 2019); y el Museo Reina Sofía (Madrid, 2019-2020). Entre otros reconocimientos, Ramo ha recibido la Beca de la Cité Internationale des Art (2008) y la Beca Artes Plásticas de la Fundación Botín (2014).
Si bien Sara Ramo finalizó sus estudios superiores de Bellas Artes en España, muy pronto se trasladó a Brasil, país en el que reside la mayor parte del año desde entonces. En 2007, la publicación sobre arte contemporáneo internacional Ice Cream, de Phaidon, la incluyó entre el selecto listado de los cien artistas emergentes considerados con más proyección en ese momento.
La artista madrileña parte de elementos de la vida cotidiana que ven transformado su sentido a partir de recursos lúdicos y lingüísticos. Como ella misma ha declarado: «Más que pertenecer a lo cotidiano, mis obras lo transforman». De hecho, elementos comunes como un periódico o un calendario se ofrecen tras su manipulación como objetos ajenos, si bien no acaban de perder su ligazón con lo reconocible. En este sentido, la metamorfosis del objeto no remite exclusivamente a un discurso formalista, sino que pretende, a partir de la extrañeza, del cambio de sentido, que volvamos a sensibilizarnos ante aquello que, de tan visto, interpretamos como banal. De esta manera, Ramo hunde sus raíces en un arte que, escasamente positivista, se basa en lo no consciente, en lo místico, en lo absurdo e incluso en lo mágico, y que tiene referentes substanciales en el ready- made aidé de la tradición dadá y duchampiana, que se apoya en la potencia creativa del azar. Otra tradición en la que sustenta su obra es en el arte brasileño de los años setenta.
Sara Ramo ha tenido presencia en la Bienal de Sharjah (Emiratos Árabes, 2013), en la Bienal de Mercosul (Porto Alegre, Brasil), en la Bienal de Venecia de 2009 y en la Bienal de São Paulo de 2010. Ha realizado exposiciones individuales en The Photographer’s Gallery (Londres, 2009-2010); Espacio de Arte Contemporáneo de Almagro (Ciudad Real, 2011); Matadero (Madrid, 2014); Centre d’Art la Panera (Lleida 2014-2015); Centro Cultural Banco do Brasil (São Paulo, 2005); Centro Dos de Mayo (Madrid, 2012); la Fundaçao Eva Klabin (Río de Janeiro, 2012); la Sala Alcalá 31 (Madrid, 2019); y el Museo Reina Sofía (Madrid, 2019-2020). Entre otros reconocimientos, Ramo ha recibido la Beca de la Cité Internationale des Art (2008) y la Beca Artes Plásticas de la Fundación Botín (2014).