Rogelio López Cuenca

Nerja (Málaga) 1956

Por: Roberto Díaz

Licenciado en Filosofía y Letras (1983), doctorado en Bellas Artes (2016) y miembro activo desde comienzos de los años ochenta del colectivo malagueño de acción artística Agustín Parejo School. Su obra, que abarca desde la pintura, el diseño, la fotografía y el vídeo hasta el net-art, la instalación y la intervención en espacios públicos, se basa principalmente en el uso de las imágenes e iconos de los medios de comunicación y del juego lingüístico y poético para subvertir su sentido con un carácter crítico e irónico. Mediante la confrontación, la intervención apropiacionista o la descontextualización de la señalética y cartelería urbana, altera las imágenes de los mass media y la publicidad como formas que imponen comportamientos, deseos, y un sistema de control hacia los individuos, para desmantelar esos mismos mecanismos que produce la sociedad tardocapitalista, incidiendo en la banalización de la cultura o la expansión de un turismo artificial en contraposición a la problemática de la migración en Europa. También en su obra es importante el documento y la estética del archivo, que emplea en sus instalaciones a modo de cartografías críticas sobre la memoria extirpada o la historia oficial, como en sus proyectos El paraíso de los extraños (2001), Málaga 1937 (2005-2007), Valparaíso White Noise (2012) o bibrramblabookburning (2014).

Desde su primera muestra individual en la Galería Juana de Aizpuru de Sevilla en 1988, ha expuesto su obra en numerosas instituciones como el Kunsthalle Basel (Basilea, Suiza, 1990); la University of South Florida Contemporary Art Museum (Tampa, Estados Unidos, 1997); el Palacio de los Condes de Gabia (Granada, 2001); el CaixaForum (Barcelona, 2005); el Museo Patio Herreriano (Valladolid, 2008); el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla, 2011); el Institut Valencià d’Art Modern (València, 2015); la Sala Alcalá 31 (Madrid, 2016); el Museo Nacional de Antropología (Madrid, 2016) y el Museo Reina Sofía (Madrid, 2019). Entre las becas que se le han otorgado destacan la Beca Fundación Marcelino Botín de Artes Plásticas (1999-2000) y la Beca para la Academia Española en Roma (1995-96). En 1992 se le otorgó el Premio Andalucía de Artes Plásticas.