Nació en el seno de una familia adinerada y recibió su primera formación de Juan Vicens, trasladándose a París, donde fue discípulo de Carolus-Duran y donde entró en contacto con los impresionistas, particularmente con Manet, a quien admiraba. Regresó a España y volvió a París en 1890; trabó amistad con Miquel Utrillo y Santiago Rusiñol, con el que expondrá junto a Clarassó en la Sala Parés casi anualmente, formando un trío perfectamente representativo del arte catalán de su época. De este momento son sus temas del Moulin Rouge y del Moulin de la Gallete, en los que la afinidad con Toulouse- Lautrec es notoria. Obtuvo Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1892. En 1894 regresó a España y cambió de temas, con obras que son un reflejo de los acontecimientos turbulentos de su época como Garrote vil o La carga (Primera Medalla en la Nacional de 1904), y otras más optimistas como El baile de tarde, en las que acentúa su gusto por la luz difusa y los tonos grises. Excepcional dibujante, realizó retratos a lápiz y toques de pastel de las más importantes personalidades de la vida cultural y aristocrática del primer decenio de siglo, de las que se conservan 216 en el Museo de Barcelona. Firmó carteles para Anís del Mono, Papel Boer o Cigarrillos París. Obtuvo importantes recompensas en las internacionales de Berlín, Múnich, Viena y Barcelona. Realizó una exposición individual en las Galerías Layetanas en 1916 y una exposición homenaje en el Círculo Artístico de Barcelona (1930). Fundó las revistas Pèl & Ploma y Forma, de corta vida, y fue asiduo contertulio de la taberna barcelonesa Els Quatre Cats.
Nació en el seno de una familia adinerada y recibió su primera formación de Juan Vicens, trasladándose a París, donde fue discípulo de Carolus-Duran y donde entró en contacto con los impresionistas, particularmente con Manet, a quien admiraba. Regresó a España y volvió a París en 1890; trabó amistad con Miquel Utrillo y Santiago Rusiñol, con el que expondrá junto a Clarassó en la Sala Parés casi anualmente, formando un trío perfectamente representativo del arte catalán de su época. De este momento son sus temas del Moulin Rouge y del Moulin de la Gallete, en los que la afinidad con Toulouse- Lautrec es notoria. Obtuvo Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1892. En 1894 regresó a España y cambió de temas, con obras que son un reflejo de los acontecimientos turbulentos de su época como Garrote vil o La carga (Primera Medalla en la Nacional de 1904), y otras más optimistas como El baile de tarde, en las que acentúa su gusto por la luz difusa y los tonos grises. Excepcional dibujante, realizó retratos a lápiz y toques de pastel de las más importantes personalidades de la vida cultural y aristocrática del primer decenio de siglo, de las que se conservan 216 en el Museo de Barcelona. Firmó carteles para Anís del Mono, Papel Boer o Cigarrillos París. Obtuvo importantes recompensas en las internacionales de Berlín, Múnich, Viena y Barcelona. Realizó una exposición individual en las Galerías Layetanas en 1916 y una exposición homenaje en el Círculo Artístico de Barcelona (1930). Fundó las revistas Pèl & Ploma y Forma, de corta vida, y fue asiduo contertulio de la taberna barcelonesa Els Quatre Cats.