Formada en Bellas Artes en la Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires y en el Dutch Art Institute/ArtEZ Hogeschool voor de Kunsten de Arnhem, Holanda, Mercedes Azpilicueta es una artista visual y de performance. Caracterizada por lo que ella denomina un enfoque de «investigadora deshonesta», su práctica artística bebe de campos de conocimiento y manifestaciones culturales que abarcan desde el arte barroco hasta la cultura popular o callejera. En su obra, de marcado enfoque feminista y decolonial, Azpilicueta se interesa por personajes del pasado y del presente con trayectorias y experiencias afectivas disidentes. Así, es frecuente encontrar en su trabajo voces feministas, queer, migrantes y exiliadas. Sus piezas visuales, performativas y de instalación ponen de manera recurrente el cuerpo –individual y colectivo– en el centro, abrazando tanto su vulnerabilidad como su capacidad de resistencia.
Desde sus comienzos, la obra de Azpilicueta ha mostrado inclinación hacia la literatura latina especulativa y de ficción, adoptando formatos performativos y orales. En años recientes, su trabajo se ha materializado en intervenciones escultóricas y performativas que exploran las posibilidades teatrales de la escultura y la instalación, a menudo activadas mediante dinámicas colaborativas e interdisciplinares. Su práctica combina técnicas artesanales rudimentarias, como el bordado, con métodos industrializados, en los que emplea materiales reciclados o naturales como el látex, el cuero, la lana o la cera, para cuestionar las narrativas de circulación de estos recursos y la lógica extractivista que subyace a ellos.
Entre otros reconocimientos, Azpilicueta ha recibido el premio ARCO Jóvenes Artistas (2019) y la Beca Pernod Ricard (2017) y ha sido nominada al Prix de Rome (2021). Asimismo, ha sido artista residente en la Rijksakademie van Beeldende Kunsten de Ámsterdam (2015-2016) y ha expuesto de manera individual en instituciones de renombre internacional como la Kunstverein Göttingen (2023) de Gotinga, la Sammlung Philara (2022) de Düsseldorf, la Gasworks (2021) de Londres, el Van Abbemuseum (2019) de Eindhoven, el CentroCentro (2019) de Madrid y el MAMBA (2018) de Buenos Aires. Su obra forma parte de colecciones de museos e instituciones de todo el mundo, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Centro de Arte Dos de Mayo, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) o el Museion (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Belzano), entre otros.
Formada en Bellas Artes en la Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires y en el Dutch Art Institute/ArtEZ Hogeschool voor de Kunsten de Arnhem, Holanda, Mercedes Azpilicueta es una artista visual y de performance. Caracterizada por lo que ella denomina un enfoque de «investigadora deshonesta», su práctica artística bebe de campos de conocimiento y manifestaciones culturales que abarcan desde el arte barroco hasta la cultura popular o callejera. En su obra, de marcado enfoque feminista y decolonial, Azpilicueta se interesa por personajes del pasado y del presente con trayectorias y experiencias afectivas disidentes. Así, es frecuente encontrar en su trabajo voces feministas, queer, migrantes y exiliadas. Sus piezas visuales, performativas y de instalación ponen de manera recurrente el cuerpo –individual y colectivo– en el centro, abrazando tanto su vulnerabilidad como su capacidad de resistencia.
Desde sus comienzos, la obra de Azpilicueta ha mostrado inclinación hacia la literatura latina especulativa y de ficción, adoptando formatos performativos y orales. En años recientes, su trabajo se ha materializado en intervenciones escultóricas y performativas que exploran las posibilidades teatrales de la escultura y la instalación, a menudo activadas mediante dinámicas colaborativas e interdisciplinares. Su práctica combina técnicas artesanales rudimentarias, como el bordado, con métodos industrializados, en los que emplea materiales reciclados o naturales como el látex, el cuero, la lana o la cera, para cuestionar las narrativas de circulación de estos recursos y la lógica extractivista que subyace a ellos.
Entre otros reconocimientos, Azpilicueta ha recibido el premio ARCO Jóvenes Artistas (2019) y la Beca Pernod Ricard (2017) y ha sido nominada al Prix de Rome (2021). Asimismo, ha sido artista residente en la Rijksakademie van Beeldende Kunsten de Ámsterdam (2015-2016) y ha expuesto de manera individual en instituciones de renombre internacional como la Kunstverein Göttingen (2023) de Gotinga, la Sammlung Philara (2022) de Düsseldorf, la Gasworks (2021) de Londres, el Van Abbemuseum (2019) de Eindhoven, el CentroCentro (2019) de Madrid y el MAMBA (2018) de Buenos Aires. Su obra forma parte de colecciones de museos e instituciones de todo el mundo, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Centro de Arte Dos de Mayo, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) o el Museion (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Belzano), entre otros.